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lunes, 17 de mayo de 2010

Pasado y Presente




Nos metemos en la historia de la categoria más popular de Norteámerica, desde sus comienzos hasta la actualidad.

En el mes de Enero de 1919, el gobierno de los Estados Unidos de América introdujo en su constitución la decimoctava enmienda, que prohibía la fabricación, elaboración, distribución y venta de bebidas alcohólicas. La Ley Seca comenzó como un movimiento de la iglesia metodista ante la creencia de que el alcohol en exceso era un pecado, y ante la convicción de que era la causa de todos los males. Pero con su implantación, lo que logró fue generar un enorme mercado negro, en el que las mafias camparon a sus anchas.



Uno de los métodos utilizados por estos grupos mafiosos para distribuir su mercancía era la contratación de conductores, que modificaban sus coches para poder cargar más peso y esconder así el alcohol, transportándolo por carreteras secundarias para evitar a la policía.Con el tiempo, estos contrabandistas se convirtieron en auténticos ases del volante, y comenzaron a reunirse entre ellos para competir y determinar quien era mejor piloto, y qué máquina era la más rápida y potente. Estas carreras se hacían en óvalos de tierra, y pronto se hicieron muy populares, atrayendo a numeroso público.


La abolición de la Ley Seca en 1933 logró “secar” a numerosos contrabandistas, pero para entonces, sobre todo en los estados del sur, esta manera de ganarse la vida estaba ya muy arraigada, y numerosos conductores continuaron con su “trabajo”, esta vez para evitar el control de las autoridades y evitar pagar impuestos.


Después de la segunda Guerra Mundial, la economía de Estados Unidos se encontraba en pleno desarrollo, y esa sensación de bonanza animaba a la gente a gastar mucho dinero en entretenimiento. Por esta razón, y gracias también al bajo coste del combustible, este tipo de carreras se extendieron rápidamente por todo el país, aunque organizadas de manera independiente unas de otras, por lo que cada carrera tenía sus propias normas, y los conocidos, como “Moonshiners” nunca competían dos veces siguiendo las mismas reglas.


A comienzos de 1947, Bill France Sr., originario de Washington DC y mudado a Florida en 1935 huyendo de la gran recesión, se dio cuenta del enorme potencial que tendría una organización unificada de organizadores de carreras, y anunció la creación de la “National Championship Stock Car Series”, también conocida por “NCSSC“.France, involucrado en las carreras de coches modificados desde su participación en la celebrada en Daytona en 1936, en la que terminó quinto, esperaba obtener el apoyo económico necesario de la American Automobile Association (AAA), pero esta no le prestó la ayuda solicitada.


Pese a ello, Bill France siguió adelante con su proyecto, y anunció tanto la nueva normativa, como los premios que se iban a otorgar a los participantes. La temporada iba a comenzar en Enero de 1947 en la pista de Daytona Beach, y concluiría en Diciembre en Jacksonville, tras cerca de 40 eventos, aunque se presentaron solicitudes para organizar pruebas que no pudieron atenderse por falta de fechas. Los competidores fueron pagados como se les prometió, y al finalizar la temporada, Flonty Flock se proclamó campeón tras ganar 7 pruebas de las 24 en las que participó, llevándose los 1000$ de premio prometidos por France. Al terminar la temporada de 1947, France organizó una serie de reuniones en el Hotel Streamline, en Daytona Beach, Florida, solicitando la presencia de 35 personas que representaban a la “NCSSC”. La primera de ellas se celebró el día 14 de Diciembre en la última planta del hotel, y fue el anticipo de las 4 reuniones en las que Bill France Sr. presentó su idea de una organización de pilotos de carreras.La NASCAR fue fundada oficialmente por el señor William France Sr. el 21 de Febrero de 1948, con la ayuda de varios de los pilotos de la épocaCon el ex piloto Erwin “Cannonball” Baker encabezando la nueva organización, se celebró la primera carrera en la playa de Daytona.


Utilizada hasta ese momento como pista de alta velocidad, donde se habían batido ya varios records de la época, se preparó un circuito oval, mitad tierra, mitad asfalto, en el que se dieron cita 14.000 espectadores. Las 150 millas de las que contaba la prueba fueron completadas en primer lugar por Red Byron, convirtiéndose así en el primer ganador de una carrera de la NASCAR.


El plan original de France era separar la competición en tres categorías, con coches completamente trucados (“Stock Car”), modificados (“Modified”) y descapotables (“Roadsters”). Pero poco tiempo después se dio cuenta de que lo que llevaba más gente a las carreras eran los “Stock Cars” y los “Modified“, por lo que la competición de “Roadsters” fue rápidamente descartada.


Tras la Guerra, los grandes fabricantes de transporte militar tuvieron que cambiar su producción, y comenzaron a fabricar automóviles. Bill France pensó que la gente querría comprar los mismos coches que veían ganar en las carreras de la NASCAR, y que en un primer momento la producción de nuevos modelos sería lenta, por lo que decidió que en su competición participaran Ford y Chevrolet de antes de los 40, y un puñado de Buick nuevos.


La temporada de 1948 estuvo compuesta por 52 pruebas en pistas de tierra para coches modificados, y fue ganada por el propio Red Byron, por delante de Teague, Raymond Parks, Buddy Shurman y Wayne Pritchett.El año siguiente las cosas cambiaron drásticamente, ya que la categoría de “Stock Cars” sustituyó a la de vehículos modificados, con una primera carrera de exhibición en el mes de Febrero, cerca de Miami.


Con el objetivo de aliarse con un promotor de carreras de Carolina del Norte, France decidió organizar una carrera puntuable unicamente para “Stock Cars”, que se celebró en Junio de ese mismo año en Charlotte, Carolina del Norte. En una pista de tierra de ¾ de milla, se disputaron 200 vueltas para completar 150 millas. La carrera fue ganada por Glen Dunnaway en un Ford de 1947. Después de la carrera, tras la inspección del coche del vencedor, este era descalificado por no cumplir con la normativa, por lo que Jim Roper se hacía con la victoria, seguido en segunda posición por Fonty Flock, y por Red Byron, que era tercero.


Esa carrera de verano atrajo a 13.000 espectadores, muchos más de los esperados por la NASCAR, por lo que se promovieron otras 7 carreras de “Stock Car” ese mismo año: dos en Carolina del Norte, otras dos en Pennsylvania, una en Florida, una en New york y otra en Virginia. Byron ganó la competición ese año, seguido por Lee Petty y Bob Flock. 50 pilotos corrieron en al menos una carrera, y en cada una de ellas participaron entre 16 y 45, números suficientes para garantizar una continuidad.


En aquel instante, Bill France se dio cuenta que a su competición de “Stock Cars” le faltaba algo. Tanto la USAC Champ Car, con sus 500 millas de Indianapolis, como la NASCAR Modified, con su carrera de Febrero en la playa de Daytona Beach, tenían ambas sus citas emblemáticas, que era exactamente lo que faltaba en el campeonato de “Stock Car”.En 1949, Harold Brasington, viejo conocido de France de su etapa como piloto, planeó la construcción un Speedway pavimentado de 1,25 millas, con forma ovalada y curvas muy peraltadas, en su ciudad natal, Darlington.


Su ilusión era albergar algún día una carrera de 500 millas.En otoño de 1949, Harold Brasington adquirió una granja de 70 acres, propiedad de Sherman Ramsey, y comenzó a construir un Speedway sobre lo que habían sido hasta entonces campos de algodón y cacahuete. Su idea de hacer un circuito oval se vio truncada al cumplir la promesa realizada al anterior propietario de respetar un pequeño estanque localizado en el extremo oeste de la propiedad.


Brasington se vio forzado a diseñar una pista con forma de huevo, con uno de los extremos más estrecho, debido a la presencia del estanque, con curvas más pronunciadas y peraltadas que el opuesto, que al no tener obstáculo alguno se construyó con un radio mayor y curvas sin tanto “banking”.


Después de casi un año de trabajo, en el verano de 1950 el nuevo y pavimentado circuito estaba listo para la su carrera inaugural. El propio Harold Brasington, junto a Bill France, promocionaron la primera carrera de 500 millas de “Stock Car”, coincidiendo con el Dia del Trabajo en EE.UU.La primera Southern 500 en el nuevo circuito de Darlington tendría un premio record de $25000, y estaría consentida y aprobada tanto por la NASCAR como por su asociación rival en ese momento, la Central States Racing Association.


Para la prueba que inauguraría el circuito de Darlington se presentaron más de 80 coches, por lo que hubo que disputar sesiones clasificatorias durante dos semanas. La parrilla se configuró con nada menos que 75 coches en 25 líneas de a tres.Tras ocupar los 9000 asientos de la grada, el publico fue direccionado hacia el “infield”, donde terminó viendo la carrera una marea humana de 6000 personas mas.


A Johnny Mantz le llevó más de 6 horas cubrir las 500 millas de la prueba, conduciendo un Plymouth de 1950 propiedad del mismo Bill France, Westmoreland, y otras dos personas más.
Tras el vencedor, las primeras posiciones fueron completadas por Fireball Roberts, Red Byron y Bill Rexford.La carrera de Darlington fue la única que se disputó sobre pavimento en la NASCAR Grand National de 1950, temporada recordada gracias a su drama y su controversia. Bill Rexford, que sigue siendo el piloto más joven de la historia en ganar un campeonato de la máxima categoría, con tan solo 23 años, logró superar a las estrellas Fireball Roberts y Lee Petty, y llevarse el titulo de ese año.


Tanto Petty, como el defensor del título en ese momento, Red Byron, fueron despojados de los puntos conseguidos en las carreras no supervisadas por la NASCAR en las que participaron ese año. Si se llegan a contabilizar todos los resultados obtenidos, la clasificación hubiera sido completamente diferente, con Lee Petty llevandose el trofeo para casa. Bill Rexford y Fireball Roberts se alternaron en el primer puesto de la clasificación durante todo el año, disputando una de las más emocionantes batallas por el título de la historia.


Durante el Grand National de 1951, los fabricantes de automóviles americanos se involucraron mucho más en la competición. El fabricante Nash firmó contratos con las estrellas del momento Curtis Turner y Johnny Mantz, para conducir “Ambassadors”, mientras que el vencedor en Daytona, Marshall Teague, convenció al fabricante Hudson de que vencer en pruebas de la NASCAR con sus coches haría aumentar las ventas. Aunque Oldsmobile fue el fabricante que más carreras ganó, Hudson venció en 12 de las 41 pruebas de la temporada de 1951, incluidos los dos grandes premios, la Southern 500 de Darlington, y el campeonato de la división Grand National.Tras finalizar decimoprimero la temporada anterior, Herb Thomas se proclamaba vencedor de la temporada 1951, superando todas las expectativas y dando la sorpresa.


A partir de entonces, año a año se iban a ir incorporando más circuitos pavimentados, aunque no estarían plenamente aceptados por los aficionados hasta casi terminada la década de los 50. En 1952, tanto Darlington como Dayton (Ohio), organizaban cada uno 2 carreras sobre superficie pavimentada. En 1953, Darlington y la nueva pista asfaltada de 1 milla de longitud construida en Raleigh (Carolina del Norte), albergaban una carrera del Gran National cada una. El año siguiente volvían a repetir Darlington, Raleigh, y se les sumaba el circuito rutero de Linden (Nueva Jersey). En 1955, Martinsville albergaba una prueba, Darlington otra, y en Raleigh se disputarían dos.


El futuro de la NASCAR se empezó a vislumbrar en 1956, cuando la asociación supervisó 11 carreras en pistas pavimentadas de los 56 eventos programados, pasando a ser 14 de 53 el año siguiente, y 24 de 51 en 1958.Bill France no solo organizó carreras en circuitos ovales, sino que se disputaron pruebas en circuitos tradicionales en Watkins Glen (Nueva York), Elkhart Lake (Wisconsin), y Bridgehampton (Nueva York).


Al mismo tiempo que las series de la NASCAR pasaban de tener estatus regional a disputarse a nivel nacional, el sueño de Bill France se encaminaba hacia el futuro.
Con la década de los 60 a la vuelta de la esquina, el sueño de Bill France Sr. se iba convirtiendo en sólida realidad, y lo que comenzaba como un campeonato prácticamente “amateur”, se iba consolidando año a año, tanto por el número de carreras como de participantes.


Desde las primeras carreras en la playa de Daytona, France tenía en mente la construcción de un gran circuito, en el que sus “Stock Cars” alcanzasen grandes velocidades y brindaran espectáculo a multitud de espectadores. En 1957 comenzaron las obras del nuevo circuito, removiendo la tierra del “infield” para crear sus mundialmente conocidos peraltes. France quería que los espectadores tuviesen una buena visión de los coches circulando por las curvas, por lo que las diseñó lo más peraltadas posibles. Con la tecnología de los años 50, “solo” se pudo lograr un desnivel de 31 grados.


El 20 de Febrero de 1959, el que durante 10 años iba a ser el óvalo más grande del mundo albergó su primera carrera. Si los más de 40.000 espectadores que acudieron al evento no sabían que iban a ver algo especial, tras las 200 vueltas al gigantesco óvalo de 4 kilómetros de longitud, se convencieron de ello. La pista más larga que había hasta entonces era la de Darlington, y el nuevo monstruo construido en Daytona era el doble de grande.


La de 1959 fue una carrera sin banderas amarillas, en la que tanto Bob Welborn, como Fireball Roberts y el propio Lee Petty partían como favoritos, aunque realmente aquella iba a ser una carrera completamente diferente de las que los pilotos estaban acostumbrados.Al ondear la bandera verde, 59 coches, entre los que había un puñado de convertibles, tomaban la salida. Unas vueltas más tarde, los problemas de neumáticos hacían su aparición, provocados por el tamaño de la pista y por las altas velocidades, que rondaban las 150 mph (más de 240 km/h, en el año ´59…). Varios participantes debían entrar en boxes debido a los pinchazos, y varios se quedaban fuera de carrera.Después de transcurridas 499 millas sin ver ninguna bandera amarilla, solamente dos coches permanecían en la vuelta del líder, quedando 33 participantes en pista. Sus dos pilotos eran Lee Petty, dos veces campeón nacional, y el piloto de Iowa Johnny Beauchamp, que disputaba su sexta carrera en la NASCAR.


Ambos coches cruzaban la línea de meta en paralelo, por encima de otro con vuelta perdida, en un final tan apretado en el que nadie sabía que hacer, o mejor dicho, a quien proclamar vencedor. De hecho, los dos pilotos acudían al “Victory Lane”, y se proclamaba ganador provisional a Beauchamp, ante el enorme enfado de Lee Petty, que recogía sus cosas y se volvía a su casa de Carolina del Norte.


Tres días después, (61 horas para ser exactos), Bill France mostraba evidencias en forma de fotografías, en las que se apreciaba que el ganador era Lee Petty, por tan solo una nariz. Según se cuenta, el resultado se pudo anunciar antes, pero el hombre de negocios que era France prefirió demorar la resolución para tener en vilo a todo el país.Petty fue proclamado vencedor, y recibió el cheque con el que se premiaba al ganador por correo, directamente en su casa.
Uno de los participantes en esa carrera inaugural, conduciendo uno de los convertibles, era el hijo del vencedor, un jovencísimo piloto de 20 años llamado Richard Petty. Según cuenta el propio Petty, en el momento de cruzar bajo el túnel e ingresar en el “infield” del enorme óvalo por primera vez, se quedó mirando los altos peraltes pensando: – Espera, ¿queréis que pilotemos ahí?


La primera Daytona 500 cambió las cosas. Su repercusión mediática, junto a la espectacularidad del enorme circuito, dio a la NASCAR el espaldarazo que necesitaba, para entrar en la década de los 60 con paso muy firme.Con la primera Daytona 500 disputada en el recién construido Superspeedway, la NASCAR entraba en su segundo decenio de vida. Después de 12 años de carreras con coches modificados a partir de modelos de producción en serie, la década de los 60 traía consigo la inclusión de modelos creados expresamente para la competición.


La fabricación por parte de Chevrolet del motor V8 de 6 litros, y su utilización en los coches de carreras, supuso uno de los avances más significativo en la historia de la NASCAR. Ese motor todavía se utiliza hoy en día, con pequeños ajustes, por parte de equipos motorizados por General Motors.


El ejemplo del gran auge que adquirió el “circo” creado por Bill France durante aquellos años, es el de la temporada de 1964, que tiene el record de carreras disputadas en un año. Gracias al éxito de la competición a lo largo y ancho del país, se llegaron a disputar 62 eventos, cifra que se mantiene como la más alta hasta hoy en día. Varios de los circuitos empleados durante aquella década siguen manteniendo su presencia en la actualidad.


Además del Daytona International Speedway, que tradicionalmente abre la temporada año tras año, se disputan carreras en Darlington y Martinsville.


En 1969, la inauguración del Talladega Superspeedway arrebataba a Daytona el honor de ser el óvalo más grande del mundo. Los 4280 metros del circuito construido en Alabama lo convertían en el nuevo “monstruo” de asfalto, donde los pilotos podían “volar”, en algunos casos literalmente, a los mandos de sus máquinas.


En los años 60 otro importante cambio tuvo lugar dentro de la NASCAR. Los pilotos que hasta ese instante eran aficionados, disputando las temporadas de forma parcial, pasaron al profesionalismo, en muchos casos respaldados por los grandes fabricantes. Importantes nombres en la historia de este deporte, como Lee Petty o Buck Baker, competían respaldados por los programas que, tanto Ford como General Motors, tenían para publicitar sus vehículos.


A principios de los 70 otro importante cambio iba a alterar el formato de la NASCAR. La aparición de la compañía tabacalera R.J. Reynolds, y la marca de cigarrillos más vendida en aquel momento, Winston, supuso una pequeña revolución.


Lo que hasta entonces era el “Grand National” pasó a denominarse “Winston Cup”, y Reynolds convenció a Bill France en 1972 de que debía descartar todas las carreras que constaban de menos de 100 millas, con lo que el calendario pasó de más de 50 carreras por temporada a una media de 30. Aunque numerosos óvalos de tierra se quedaron en el camino, lo que en aquel momento fue doloroso para los aficionados, al ser las raíces de este deporte, aquella decisión perfilaba la “Era Moderna” de la NASCAR.


Este cambio supondría la modificación en el diseño de los coches, que a partir de ese instante eran fabricados para competir en óvalos asfaltados o pavimentados.


Para mediados de la década de los 70, el sistema de puntos había cambiado, y los premios para los participantes aumentaron considerablemente. Benny Parsons, ganador de la Daytona 500 de 1975, se embolsó la cantidad de 40.900 dólares, cifra nunca vista hasta la fecha.


El gran triunfador de los 70 fue indiscutiblemente Richard Petty, “The King”, ya que ganó cuatro de sus siete campeonatos durante estos años. Además, ya en el año 1971 Petty se convirtió en el primer piloto en ganar más de 1 millón de dólares.A mediados de la década, las carreras más importantes aumentaron su cobertura mediática, siendo retransmitidas de forma parcial por televisión, lo que incrementaba el interés de los patrocinadores al lograr un mayor impacto con su inversión. La Daytona 500 de 1979 fue la primera carrera de “Stock Cars” que se emitió integramente en directo a nivel nacional.


La aparición de Dale Earnhardt, que completó su primera temporada en la NASCAR en su edición de 1979, suponía el amanecer de una nueva era para este deporte.


Los 80 fueron la década de las superestrellas. Durante estos 10 años, las viejas glorias dieron paso a nuevos talentos, que protagonizaron el inicio de la era moderna de la NASCAR.
Dale Earnhardt consiguió sus tres primeros campeonatos, e intercalados entre ellos, otros tres fueron para su máximo rival en aquel entonces: Darrel Waltrip. La rivalidad entre estos dos pilotos de leyenda, con sus dos maneras antagónicas de competir y ganar carreras, solo puede ser comparada con la que mantuvieron Ayrton Senna y Alain Prost en la Fórmula 1.
Bill Elliot, en 1988, y Rusty Wallace en 1989, lograron un título cada uno, rompiendo el dominio que durante varios años mantuvieron Earnhardt y Waltrip, con un único paréntesis en 1983, debido al campeonato logrado por Bobby Allison.


Tanto Earhardt y Waltrip, como Elliot y Wallace se peleaban en la pista con pilotos de renombrada experiencia y categoría, como Pearson, Petty y Yarborough, o con jóvenes promesas con un gran futuro por delante, como Gordon, Labonte y Stewart.


El dominio que tanto Earnhardt como Waltrip demostraron durante los 80, consiguió atraer la atención del gran público, lo que originó una nueva evolución de la NASCAR, convertida ya en un deporte de masas.

Durante los 90, la NASCAR se unió al club de los cuatro principales deportes profesionales, logrando más atención si cabe sobre la competición y sobre su campeón. Esta década fue una de las más competidas y emocionantes de la historia de la NASCAR. Con enorme asistencia de público a los circuitos, audiencias televisivas por las nubes, y memorables momentos en cada temporada, los 90 han quedado grabados en la memoria de muchos aficionados.Desde el inesperado y dramático título de Alan Kulwicki en 1992, hasta el triunfo de Dale Jarret en 1999, uniéndose a su padre Ned como ganador de la preciada copa, los 90 permitieron a la NASCAR sacar partido de su creciente popularidad.


Pero, ¿quién fue el mejor piloto de la década de los 90?. El 7 veces campeón, Dale Earnhardt, logró 4 de sus títulos durante esta década, y fue segundo tras Bobby Labonte en el año 2000. Su coche negro con el nº 3, que llevó durante la mayor parte de su carrera deportiva, se convirtió en objeto de culto por parte de los fans, y en un rasgo distintivo para el campeonato fuera de los Estados Unidos. Jeff Gordon no solo lanzó su carrera en 1992, sino que con 2 títulos más e innumerables victorias, fue otro de los principales protagonistas del final del milenio. El año 92 también fue testigo del fallecimiento del creador de la NASCAR, Bill France, que nos dejaba viendo su sueño convertido en una gran realidad.



El 18 de Febrero del año 2001 marcó un antes y un después en la historia de este deporte. La muerte de la superestrella Dale Earnhardt en un accidente obligó a la NASCAR a concentrar todos sus esfuerzos en la seguridad. En primer lugar, se introdujo en el reglamento la obligación de instalar sistemas de protección para cuello y cabeza, seguido por la construcción de barreras de seguridad en todos los circuitos ovales. Par mediados de la década del 2000, se desarrolló una nueva generación de coches de competición, el Car of Tomorrow, con la mira puesta en la seguridad del piloto.


Odiado por los aficionados a la vieja escuela, el nuevo coche significaba dejar de lado las diferencias existentes hasta la fecha para los diferentes constructores, y fabricar coches con las mismas especificaciones. El diseño del nuevo coche tenía el objetivo de eliminar los reajustes que a lo largo de las temporadas se debían realizar para asegurar la igualdad entre las diferentes marcas participantes.


El aspecto comercial de la NASCAR nunca había sido tan bueno. Con el número de fans incrementándose año a año, batiendo todos los records durante el año 2006.Las cuatro grandes marcas americanas están presentes en la competición: Ford, GM, DaimlerChrysler y Toyota.
Con el declive de las categorías de monoplazas, se produjo el éxodo de varios pilotos importantes que recalaron en la NASCAR. El caso más sonado fue el de Tony Stewart, que consiguió 2 campeonatos, aunque no hay que olvidar nombres como Robby Gordon, Christian Fittipaldi, Scott Pruett y Casey Mears. Más recientemente, el vencedor de ls 500 millas de Indianapolis, Sam Hornish Jr., y el héroe de la Champ Car, Paul Tracy, también fueron tentados por los “Stock Cars”.


Pero el gran triunfador de la década ha sido sin ninguna duda Jimmie Johnson, que junto a su jefe de equipo, Chad Knaus, ha logrado cuatro campeonatos, de forma consecutiva, siendo el único piloto de la historia en lograrlo hasta ahora.Siendo fiel a su idea de evolucionar y adaptarse a los tiempos, la NASCAR volvió a introducir cambios importantes durante la primera década del siglo 21. Además del “Chase”, la introducción del nuevo coche de competición ha supuesto otra revolución dentro de este deporte, una más a lo largo de sus 60 años de vida.
Actualmente, la NASCAR sigue en su constante proceso de adaptación, ajustando su reglamento en base a la seguridad y a la satisfacción de sus aficionados, que en definitiva, era la base del monstruo creado por Bill France.


FUENTE: www.nascar-europe.net

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran Post para conocer la historia de esta categoria que en Argentina no es muy popular, sin embargo tiene tanto atractivo como la F1 aunque es una historia completamente distinta.

Saludos desde Santa Cruz

Walter

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