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jueves, 28 de enero de 2010

Entrevista con Gilles


Publicado en la revista Autosport nº 598-"QUIERO MAS CABALLOS" Entrevista de Francesc Rosés a Gilles Villeneuve / Marzo 1981
Gilles no se mostraba demasiado feliz por lo que estaba ocurriendo en la F-1. Eran los dias de la "cumbre" de Montecarlo, y al llegar al café de Paris no ha podido evirtar la compra de "L´equipe" para ver que ponía con repecto al conflicto.

Sentado en una terraza, Gilles debía estar pensando ya en la vuelta a la normalidad. Viendo como miraba a la Plaza del Casino uno se daba perfecta cuenta de que se sentía ya conduciendo su monoplaza, escuchando unicamente el sonido de su motor... "No tengo demasiados puntos de referencia para hacer un juicio estricto del problema. No obstante, tengo mi opinion personal: Yo creo que la FOCA fuera propietaria, organizadora y reguladora.
Tampoco hubiera sido bueno que la FISA tuviera todo el poder, porque muchos integrantes de este organismo son aficionados que no conocen muy al detalle las cuestiones de la F-1." Villeneuve, como la mayoría de los pilotos, es de los que creen que siempre existe un termino medio que complace y setisface a todo el mundo, aunque de todas formas deplora la actitud que han tenido los pilotos a lo largo del conflicto: "En realidad, no hemos hecho nada -se quejaba-. Nunca se ha conseguido la unanimidad de nuestras opiniones, aunque si lo hubieramos logrado nuestra fuerza habría sido nula. De todas formas nuestra asociación ha ganado un poco de consistencia. No es la de la epoca de Jackie Stewart pero algo se ha hecho. Entonces era distinto: había mas camaradería entre los pilotos y el propio Jackie Stewart tenía mucha personalidad. Si él decía algo, todos tenía que creerle porque `era´ Stewart"

El coche ideal.

Gilles Villeneuve no es en realidad un `veterano´ de la F-1, pero lleva ya conduciendo el número suficiente de temporadas como para poder darse cuenta que los monoplazas han cambiado. "Ahora no se puede conducir de forma, digamos espectacular", reconoce. "No se exactamente por qué. Bueno, quiero decir que hay varios posibles motivos pero que no se por cual de ellos la cosa ha cambiado de forma tan radical. Los coches-ala y las faldas suelen ser la explicación, pero tambien los neumáticos...Con los Michelin, por ejemplo, no podemos derrapar. Llegas muy rápido a las curvas, pero el coche lo aguanta. Solo es cuestión de frenar y volver a acelerar, y esto pueden hacerlo toods los pilotos. Ahora no es tan difícil que un muchacho recién llegado de la F-3 obtenga magníficos resultados en un F-1. No cuesta nada aprender a conducirlos."





"Al paso que vamos -decía señalando la calle vecina, que en los dias de Gran Premio es el viraje del casino o del Hotel de Paris- algún dia tomaremos esta curva en quinta y casi con el pie a fondo. Y esto no puede ser. Hoy ya no es posible hacer lo que Peterson hizo aquí en 1973, cuando ganó la carrera con un coche inferior a los demas" Muchos son los que han comparado a Villeneuve precisamente con el malogrado Peterson, por su rapidez y espectacularidad, y aunque Gilles no suele hablar de pilotos a los que ha admirado, el nombre de Peterson surge en numerosas ocasiones durante la conversación...



Pero volviendo a lo de antes: ¿Que debería hacerse pues, para mejorar los monoplazas de F-1 en el sentido indicado? Villeneuve tiene la respuesta: "Los coches tendrían que ser mucho mas rápidos" , asegura de entrada y dejándonos sorprendidos. Gilles aclara: "Lo ideal sería que llevaran motores potentísimos de 700-800 CV en vez de los 500 que llevamos actualmente en nuestras espaldas; pero, ojo!, con la adherencia actual. En realidad se tendría que reducir la aherencia que se consigue a través de los medios aereodinámicos y aumentar la de los neumáticos, para que en casos imprevistos los coches pudieran detenerse a tiempo mediante un trompo. Si todo fuera así, tendríamos que frenar mucho antes y aumentaría la zona de adelantamientos, de manera que, entre otras cosas se mejoraría la seguridad. Por descontado pilotar esos coches sería mucho mas difícil y especatcular, y el público de las carreras lo agradecería..."




El hipotético F-1 al que se refiere Villeneuve es el que siempre han soñado los pilotos "puros". Los que lo hemos visto conducir en las últimas temporadas no podíams extrañarnos en absoluto, de ese "pongamos mas caballos" y de esta teoría que según su exposición, no parece tan descabellada.


Gozar conduciendo.


Gilles Villeneuve es uno de esos pilotos que corren por placer de conducir y que se divierten enormemente pilotando su monoplaza en cualquier condición, lo que no quiere decir que a Villeneuve le desagrade obtener victorias. "Un piloto puede divertirse mucho ganando carreras -afirma al respecto- pero de la misma forma que puedo asegurar que podría estar 10 años seguidos sin ganar Grandes Premios, tengo que reconocer que no podría aguantar 10 temporadas sin divertirme..."


Villeneuve tiene una visión muy particular de lo que hay que hacer en una carrera: "Muchos dicen que no vale la pena arriesgar; que es mejor conservar; pero yo digo que siempre hay que combatir porque siempre hay tiempo para moderarse..." Gilles matiza un poco la tactica que suele adoptar durante los Grandes Premios: "Si voy segundo confortablemente, nunca seré agresivo, pero si el primero está a 45 segundos, siempre atacaré" No hace falta que lo diga, puesto que todos saben ya lo que suele hacer y no precisamente yendo segundo a un minuto del primero, sino rodando hasta 12 y a mas de una vuelta del lider. ¿No es verdad? "Bueno es que en realidad cuando levanto el pie ya no me divierto", remata en una frase que encierra verdaderamente toda su filosofía.


Matices sobre los turbo.


Muchos pilotos han declarado que el comportamiento de un coche con turbo era muy diferente con respecto al de un monoplaza con motor normal, pero Gilles no lo cree así. "Básicamente no tendría que haber diferencias entre los dos sistemas. Con un turbo se frena, se acelera y se toman las curvas con la misma rapidez, aunque ahora en la practica, solo va bien si te encuentras solo en la pista. Si hay mas coches ya varía".Circuitos sinuosos como Long Beach o Montecarlo, se suele decir que no son demasiado apropiados para los turbo. "No es verdad. En una horquilla se pasa igual con un turbo que con otro tipo de motores -explica acompañandose de gestos con las manos que simulan la trazada de un viraje-. Puede que en una curva de 90º, donde se frena y se acelera de golpe, pueda haber algun problema, pero solo si el tiempo de respuesta al pisar el acelerador es un poco largo, como sucede aún en nuestros Ferrari. En condiciones normales, es decir, cuando el mecanismo se halla perfectamente a punto, no tiene porque haber diferencias..."


Por ahora, mientras los Ferrari acusen estos problemas, Villeneuve ya ha encontrado la solución, "anticipar la maniobra", aunque con el denominado sistema "comprex", que está a medio camino entre el compresor normal y el turbocompresor y que Gilles no sabe del todo como funciona, el problema de la respuesta ya no existe. Los temas van apareciendo uno detrás de otro cuando se esta conversando con Gilles Villeneuve.


Lo gusta hablar, y disfruta comentando sus experiencias al volante: Hablar de su profesión que a la vez es su diversión. Siempre resulta interesante conocer que es lo que piensan en realidad los pilotos de F-1 cuando se hallan tranquilos y relajados, lejos de su verdadero mundanal ruido que son los circuitos...

martes, 19 de mayo de 2009

Gilles Villeneuve


Gilles Villeneuve ha sido calificado de genio por unos y de loco por otros. Villeneuve era un hombre que no tenía miedo a morir y lo demostraba en cada una de sus carreras donde desafiaba al peligro a bordo de su Ferrari. Una muerte anunciada que lo catapultó a ser un mito de la Fórmula Uno.
Gilles Villeneuve nació en tierras canadienses en 1952, siendo la ciudad de Quebec la que asistió a su infancia en la que el piloto ya empezaba a destacar en los circuitos aunque no de Fórmula Uno sino de trineos de nieve a motor, modalidad en la que el canadiense llegó a proclamarse campeón mundial con tan solo 19 años. Este tipo de deporte le sirvió al piloto para poder conducir en todas las condiciones climáticas y para adquirir una grandiosa capacidad de reflejos.
El tiempo va pasando y Gilles siente un auténtico fervor y pasión hacia el mundo del automovilismo por lo cual empieza su andadura profesional debutando en la Fórmula Ford.Será más tarde cuando pasa a correr como piloto en la Fórmula Atlantic de los Estados Unidos, modalidad en la que de nuevo se consagra como campeón ya que se alzó con la victoria en 9 de las 10 carreras que componían el campeonato.En 1977 también subió al podio como ganador de esta modalidad en su propia tierra, algo que le lleno de satisfacción y que le creó una curiosidad por la que quiso probar la Fórmula Uno, su gran sueño.En ese mismo año, Gilles decide que Canadá se le quedaba pequeño con lo que cruza el charco y viene a Europa a probar suerte en la Fórmula Uno.
El gran Premio de Inglaterra fue su debut dejando impresionado al público ya que en la vuelta de reconocimiento se dedicó a hacer trompos en las curvas denotando así su locura por la velocidad.El automóvil que le acompañó en su primera carrera fue un McLaren M23 con el que se clasificó en la décima posición.
Poco después vendrían los problemas internos de Ferrari ya que se quedaron sin piloto y a pesar de que sonaban nombres aspirantes a cubrir la plaza vacante como Mario Andretti o Schecketer, el elegido fue Villeneuve, quien apenas sin dar crédito a la oferta, aceptó el formar parte de la escudería de Maranello.Así formando parte del equipo de Ferrari, Gilles debuta en el campeonato de Canadá el 7 de octubre como piloto de los italianos.La carrera no fue muy fructífera para el canadiense que quedó el doceavo mientras que el podio se lo llevó Scheckter.
Tan sólo pasarían dos semanas para que la serie de accidentes de Gilles diera comienzo. El piloto se desplazó a Japón para correr en el circuito nipón ya que esa era la última carrera del año.La pista no era terreno fácil debido a las velocidades que se alcanzaban en ella con lo que Gilles trató de adelantar a Peterson con la mala suerte de que los vehículos se tocaron y la rueda delantera de Villeneuve se enganchó con el auto de Peterson con lo que el Ferrari del canadiense voló por los aires cayendo en una zona que estaba prohibida para el público.El accidente se saldó con dos personas fallecidas y diez heridos, milagrosamente la salud de Gilles no sufrió muchas lesiones.
Ya en 1980, el piloto de la Ferrari empezó a cosechar títulos como vencedor del primer puesto. Lugares como San Marino y Montecarlo vibraron con la velocidad de Gilles que quedó en el primer lugar.El canadiense era un hueso duro de roer y siempre mantuvo una gran enemistad con Pironí, otro piloto con el que no se podían ni ver debido a que éste último adelantó a Gilles en una carrera cuando el canadiense estaba a punto de vencer.
La desgracia a la vida de Villeneuve le llegó el 8 de mayo de 1982 en una carrera en la que el piloto canadiense desafío al peligro sin pensar en las consecuencias que una maniobra de ese calibre le podrá causar.En el duelo que le costó la vida se encontró con Jochen Mass que se dirigía a los pits, el piloto canadiense pensó que Mass no realizaría ese movimiento pero Mass pensó que Gilles no lo adelantaría por allí.Al final los neumáticos de ambos coches se engancharon y el ferrari de Villenauve acabó volando, cuando cayó al suelo rebotó contra las barreras de protección pero para ese entonces el coche ya estaba hecho pedazos que estaban esparcidos a 150 metros del sitio donde el accidente se produjo.Toda una fatalidad que acabó con la vida de aquel piloto canadiense que se convirtió en un ídolo de masas y en uno de los mayores representantes a nivel mundial de la Fórmula Uno.El Cavallino Rampante lamentó la muerte de su piloto y con ella perdía a uno de los mejores en las pistas.
La memoria de este piloto canadiense siempre quedará en el recuerdo de los amantes de la Fórmula Uno ya que era un hombre que apostaba por la victoria, desafiando al peligro y haciendo que su público disfrutase y vibrase en cada una de sus carreras.