Historia de uno de los autos míticos de los años 60, varias veces ganador de las 24 horas de Le Mans.
La Historia del GT40 de Ford se podría decir que se origina en una venganza, en 1963 Ford fue rechazado por Ferrari, malogrando la venta de su empresa a manos americanas. Por ello y dado que la negociación fue muy dura, Henry Ford II se propuso derrotar a Ferrari donde más le doliera, o sea en las pistas de competición.
En aquel momento Enzo Ferrari literalmente dejó plantado a Henry Ford II ya que a último momento Ferrari declaró que “mis derechos, mi integridad y mis principios como fabricante, como empresario y siendo el líder del equipo de carrera hacen que sea simplemente imposible poder trabajar bajo la sofocante burocracia de la Ford Motor Company”. La venganza se gestó durante 1963, una semana después de este rechazo Ford anunciaba su proyecto para Le Mans, contratando al experiente John Wyer (en aquel entonces jefe del equipo Aston Martin) para desarrollar el auto de carrera y una pequeña serie de autos de calle, por ello se considera que este proyecto es en parte tan británico como norteamericano.
Al año el GT40 (el 40 es por 40 pulgadas de altura del auto o sea 1.016 Mts.) ya estaba rodando y teóricamente pronto para derrotar a las Ferrari 330. En abril de 1964 en manos de los legendarios Jo Schlesser y Roy Salvadori y durante la realización de unos test de prueba los GT40 se vieron envueltos en sendos accidentes que auguraron un mal comienzo del auto creado por Eric Broadley, el mismo que diseñara el Lola GT que también era propulsado por un motor Ford “small-block” siendo además la primer coupe de motor central de competición del mundo.
Un nuevo spoiler trasero curó los problemas de estabilidad en línea recta y equipado primero con los motores de 256 pulgadas cúbicas derivados de Indy y luego con el 289 probado en los Cobra, los GT40 eran rápidos pero muy frágiles. Como muestra de esta fragilidad vemos que en el circuito de La Sarthe, en Le Mans, ninguno de los nueve GT40 inscriptos logro terminar. Esto provoco que el Tejano Carroll Shelby, que ya construia sus Cobra, se ocupara a partir de ese momento del desarrollo del nuevo auto de carreras, quedando Wyer concentrado en la evolución de las versiones de calle. Shelby ya había triunfado en la edición de 1959 de Le Mans a los mandos de un Aston Martin del equipo oficial comandado por Wyer y luego el equipo de Shelby American había dominado la temporada de GT de 1964 hasta que Ferrari lo destronara, por lo que el tejano era otro muy motivado para humillar a la marca de Maranello.
Al año siguiente en Daytona un GT40 conducido por Ken Miles junto a Lloyd Ruby marcó la primera victoria del modelo MKI, a pesar de ello Ford consideró que era necesaria más velocidad para encarar el reto de Le Mans y por ello equipo al GT40 con una versión de “endurance” de un motor 427, o sea 7000 Cm3, derivado de la categoría de “stock cars” creando así al MKII. Esta vez lideraban en Le Mans, con tranquilidad, hasta que surgió el problema de una defectuosa serie de bulones de tapas de cilindro y embragues que determinaron que diez de las once unidades de Ford en carrera tuvieran que abandonar, incluidos a cinco Shelby-Cobra.
Para 1966 Ford ya estaba muy metido como para abandonar toda esta cuestión y por ello introdujo algunos cambios, además de la participación del equipo de Shelby se le entregaron autos oficiales a los dupla de pilotos de “stock cars” Holman – Moody, otro al Inglés Alan Mann y además corrieron varios privados.Estos MKII lograron las tres primeras posiciones en Daytona, también en Le Mans y las dos primeras en Sebring. En Le Mans, la ventaja era de muchos kilómetros cuando le fue ordenado al auto pilotado por Ken Miles y Denny Hulme que aminorara para crear más expectativa y lograr que los autos llegaran juntos por motivos publicitarios. Fue entonces que Miles dejó ganar al auto de Chris Amon y Bruce Mc Laren, justo antes de la bandera a cuadros, en una decisión que nunca explicó y que se llevara a la tumba ya que Miles se encontró con la muerte en un accidente, probando otro Ford, sólo un par de meses después de esa carrera.
Para 1967 se estrenó la nueva evolución, llamada Mark IV, de líneas más aerodinámicas ya que este factor jugaba una importancia cada vez más alta en las competiciones.La edición de 1967 recibió cuatro coches inscriptos de los que dos abandonaron por accidentarse, otro llegó cuarto y el otro triunfo en manos de la dupla A.J. Foyt y Dan Gurney frente a la Ferrari 330 P4 de Mike Parkes. En esa ocasión Dan Gurney nos cuenta que la escudería Ferrari ordeno a Parkes que lo presionara pidiéndole paso con las luces en los frenajes y así distraerlo para que cometiera un error, el se dio cuenta y se detuvo unos 15 segundos en el pasto, fuera de la pista. Parkes se detuvo detrás de el y hasta que finalmente se rindió volviendo a la pista, cuatro vueltas después el GT40 de Gurney volvía a pasarlo para terminar primero con una diferencia de 32 millas y a un promedio de 135.8 MPH, rompiendo el record del año anterior marcado por el MKII.Ferrari, que ya venia sufriendo grandes problemas económicos por el desarrollo de sus autos, nunca más volvió a triunfar en Le Mans y en cuanto a Ford sufrió las consecuencias de la nueva reglamentación de la Federación Internacional del Automóvil que limitaba a 5.000 cm3 a la cilindrada de los coches para 1968 dejando así fuera a los MKIV.
En 1967 el equipo de John Willment Automotive, corrió un par de Mirages que no eran otra cosa más que derivados de bajo peso del GT40. Diseñados por Len Bailey, para 1968 JWA le coloca a estos chasis de bajo peso del Mirage la carrocería de los GT40 y con ellos gana el campeonato de Sport Cars. Además en 1968 Pedro Rodríguez y Lucien Bianchi triunfaron en Le Mans con ventaja sobre un par de Porsches.Para 1969 la competencia se había puesto muy dura ya que Porsche comenzaba a dominar la escena con sus increíbles autos y los GT40 quedaron sobrepasados.El 917 que lideraba abandona por problemas mecánicos dejando al viejo 908 de Hans Herrman a la cabeza. La lucha que sobrevino después fue increíble, el GT40 JWA del belga Jackie Ickx se zambullía en los frenajes y el Porsche se despegaba en las rectas, se alternaron la punta durante las tres últimas horas de la carrera, ganando Ickx por sólo dos segundos frente al Porsche, en uno de los finales más ajustados de la historia de las 24 Horas de Le Mans.
Desde aquella temporada de 1969 Ford no ha vuelto a Le Mans en forma oficial, si con equipos semioficiales asistidos por Ford Europa, corriendo desde los Capri 2600 RS de 1972 al C100 de 1982 con algunos De Tomaso Pantera, Sumbean Tiger, Lotus y otras rarezas de motor Ford en medio de ellos.El programa de “Total Performance” ideado por Henry Ford II y llevado a cabo por Lee Iacocca y su sequito de fieles nos a dado uno de los más bellos autos sport de todos los tiempos, un auto pensado para el placer de todos los que continuamos enamorados de esa época fantástica del deporte motor.
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