Retrorace, blog miembro de FOwwwA (Formula One world wide web Association)

viernes, 23 de octubre de 2009

La Batalla por Le Mans


En los años 60 se vivió un particular duelo entre dos grandes marcas sinonimo de competición. Ferrari y Ford volcaron todos sus recursos a la conquista y supremacia de la 24 de Le Mans.
En los años Sesenta el fundador de la Casa del Cavallino tuvo que luchar mucho para seguir siendo el número uno en todos los circuitos del mundo.Con los coches Sport,fracasada la negociación para ceder la fábrica de Maranello a Ford,habría una formidable lucha con la firma de Detroit por la supremacía en Le Mans.

Enzo Ferrari,experimentado hombre de negocios y “motivador de hombres”,como él mismo se definió,sabía con certeza que perder una batalla no era nada si después se ganaba la guerra.El problema,para él,era que el enfrentamiento con Ford por la supremacía en las 24 Horas de Le Mans,la reina de las grandes carreras de resistencia en circuito,se había ido transformando en un desafío a ultranza.Las razones de esta lucha implacable,en realidad,son muy simples: basta con retroceder algunos años.

Al comienzo de los años Sesenta Enzo Ferrari adquirió el edificio que era la sede de Ford en Bolonia: una operación que no era tan simple como podría parecer.Ese gesto de Ferrari era una sutil ironía,como si quisiera decir: “Ahí está,el pequeño artesano de Módena que compra la sede italiana de la más grande industria automovilística del mundo”.
Pero era también una manera de enviar un mensaje a alguien,alguien,esto es,Fiat, que observaba con interés al “artesano” de Maranello como si Ferrari dejara entrever la posibilidad de un acuerdo,o por lo menos de un acercamiento,con la casa de Detroit.

Efectivamente,se abrió una auténtica negociación con Ford para la cesión de Ferrari,que alcanzó su punto más álgido a comienzos de 1963.El fundador de la Casa del Cavallino dijo,en aquel entonces: “¿A quién dejaré Ferrari? ¿A un trust de millonarios estadounidenses? Si sigo,entre tanta falta de comprensión,entre tantos enemigos de dentro y de fuera,si lucho como un viejo y cansado león que ruge más de lo que sabe arañar,lo hago sólo por las 300 familias de los obreros que trabajan para mí”. pero las negociaciones con Ford,que quería crearse una imagen deportiva de alto nivel,se disiparon: Ferrari dijo no. Y lanzó así el desafío por la supremacía en Le Mans.
Ford había comenzado de manera indirecta,apoyando a Carroll Shelby y sus Cobra GT, que en alguna ocasión habían puesto en aprietos a las berlina Ferrari entre 1962 y 1963. Después,la Casa de Detroit decidió tomarselo en serio,y lanzó el preyecto de un automóvil propio capaz de vencer a los Ferrari,el GT40.Corría el año 1964.
Para combatir las armas de Ford,Ferrari ese año inscribió en las 24 Horas de Le Mans nada menos que 8 coches oficiales: tres 330 P,tres 275 P y dos 250 LM.Al final ganaron Jean Guichet y Nino Vacarella con un 275 P.En los seis primeros puestos se clasificaron cinco Ferrari y,en el cuarto puesto,el Ford de Dan Gurney y Bob Bondurant. En 1965 el ambiente se volvió aún más candente.Ferrari había puesto a punto las evoluciones de sus propios coches: inscribió oficialmente dos 330 P2 y un 275 P2,pero había otros siete coches del Cavallino en carrera en Le Mans y no se podían definir del todo como automóviles “privados”.
Ford inscribió dos prototipos de 7 litros de cilindrada más cuatro “pequeños” de 4'7 litros.Para la Casa de Detroit fue otro fracaso: tres Ferrari en los primeros puestos, y el primer Cobra quedó octavo.Pero Ford estaba preparando la revancha...

En 1966 el GT40 ya había alcanzadouna forma óptima.Ligero,compacto, aerodinámicamente eficaz,potente... Pero en Maranello no se habían dormido en los laureles: se habían puesto a punto tres 330 P3,versión mejorada del Sport 12 cilindros del Cavallino. Ocho Ford fueron inscritos para conquistar la carrera más famosa del Viejo Continente,y siete Ferrari tenían la tarea de obstaculizarles el camino.
La carrera fue terrible y al final,despues de tres años de esfuerzos y millones de dólares gastados,Ford obtuvo lo que quería: la victoria en Le Mans. El GT40 MkII de Bruce McLaren y Chris Amon se clasificó primero,seguido por otros dos “hermanos gemelos”. El primer Ferrari en llegar a meta,un 275 GTB privado,sólo obtuvo la octava posición: una verdadera derrota para el Drake de Maranello.
Al año siguiente,1967,la batalla de Le Mans entre Ford y Ferrari asumió matices casi dramáticos.La Casa de Detroit presentó una evolución del GT40 de 500 caballos y desde Maranello llegó uno de los más bonitos Sport de todos los tiempos,el 330 P4. A la velocidad media de 211 Km/h, el Ford de A.J.Foyt y Dan Gurney adelantó sobre la línea de meta a los Ferrari de Parkes-Scarfiotti y Mairesse-”Beurlys”.
En 1968 ningún Ferrari oficial fue inscrito en las 24 Horas de Le Mans y para el Ford GT40 de Pedro Rodríguez y Lucien Bianchi fue fácil ganar delante de dos biplaza Porsche: un éxito que se repitió el año siguiente,cuando Enzo Ferrari inscribió los nuevos 312 P, que tenían sólo tres litros de cilindrada. El balance de la batalla de Le Mans,pues,no era del todo positivo para Ferrari.Y la guerra no había terminado, porque en Fórmula 1 estaba a punto de empezar a brillar la estrella de los motores Cosworth (primera victoria: G.P. de Holanda de 1967),ocho cilindros en V sobre base Ford que ganarían tantas competiciones y pondrían en un fuerte compromiso a los automóviles del Drake de Maranello. Pero el tema más importante para Enzo Ferrari era la cesión de su fábrica, y justo al final de la contienda de Le Mans contra Ford,Ferrari encontraría una solución satisfactoria al problema.

0 comentarios:

Publicar un comentario