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lunes, 31 de agosto de 2009

Records de Velocidad

Inventado ya el automóvil, la misma naturaleza humana que lo construyó empezó a buscar la mayor velocidad posible: ese empeño del ser humano por sobresalir del resto. Las pruebas de velocidad comezaron casi al mismo tiempo que las competencias en sí, y aquí les damos una breve reseña de los más importantes récords y vehiculos desde sus inicios hasta nuestros días.

1899: Camile Jenatzy, en su "Jamais Contente" estampa 105.94 km/h, el primer récord de velocidad conocido.

1910: Se llegan a los 211 km/h.

1927: Malcolm Campbell en su "Blue Bird" (pájaro azul) marca 288 km/h.

1935: Campbell intenta de nuevo y aplasta el récord anterior por casi el doble: 482 km/h.

1947: Luego de la interrupción por la Segunda Guerra Mundial, John Cobb, en su "Railton" llega a los 633 km/h (400 millas/h)

1964: Donald Campbell, hijo de Malcolm Campbell, sigue las sendas de su padre y en un supermejorado "Blue Bird" impone 648 km/h. Esto fue en el mes de julio.

1964: Apenas 3 meses después (en octubre), Art Arfoons aniquila la marca anterior y estampa 863 km/h. Empieza la búsqueda hacia los 1000 km/h.

1965: El 15 de noviembre Craig Breedlove en su "Spirit of America" casi llega al ansiado récord al poner 966 km/h.

1970: Por fin se superan los 1000 km/h. Lo hizo Gary Gabelich en su "The Blue Flame", un cohete con ruedas. Alcanzada esta marca, automáticamente se crea otra: superar la velocidad del sonido (aproximadamente 1200 km/h).

1979: Stan Barret rompe el récord de Gabelich, pero se quedó muy cerca a la velocidad del sonido al alcanzar 1190 km/h.

1997: Luego de varios intentos (entre ellos uno de Breedlove que llegó a "apenas" 1017 km/h), por fin se logra superar la velocidad del sonido. El 13 octubre Andy Green, piloto de la Real Fuerza Aérea Británica montado en el Thrust Super Sonic, auto con forma de avión impulsado por dos superturbinas Rolls Royce, rebasó por 8.5 km/h la barrera del sonido. La velocidad calculada a batir en el desierto de Black Rock, Nevada (EEUU), era de 1221.2 km/h. La máxima alcanzada por Green fue de 1229.7 km/h. Cabe destacar que ni bien regresó el piloto inglés a la llegada fue aclamado por sus mecánicos sin siquiera medir el tiempo ya que, al superar la barrera de sonido, éste emite una explosión debido a las diversas fluctuaciones, sonido que fue escuchado por todos.

Tal vez por buen tiempo se deje de rebasar este tipo de velocidades en tierra. Al estar más del momento permitido por encima de la velocidad del sonido, se corre el riesgo de ser afectado por la creciente onda de resonancia, que podría aniquilar al piloto y su auto. Pero el afán del hombre de experimentar cosas nuevas, será suficiente para lograr velocidades que sólo imaginamos posible en este momento en las películas de ciencia ficción.

Los autos mas veloces del mundo

Construidos con el solo proposito de romper marcas de velocidad, estas sorprendentes maquinas entregaban potencias monstruosas, una breve cronica con los mas rapidos y los mas curiosos. Mercedes-Benz T-80

El Mercedes-Benz T80 fue una auténtica creación de competición del año 1937 realizada por Ferdinand Porsche. El Proyecto T80 tuvo en la cabeza ideológica a Adolf Hitler, quien quería batir el récord de velocidad en tierra para Alemania.
La aerodinámica pura era la base exterior del T80, con un coeficiente de resistencia al aire de 0.18, y un motor derivado de avión formaba su corazón. 12 cilindros en forma de uve y una cilindrada de 44.5 litros que conseguían aportar una potencia de 3.000 CV. Su carburante era una mezcla de alcohol, etanol y acetona entre otros muchos ingredientes. La velocidad máxima estimada era de 750 km/h.
Bluebird-Proteus CN7

Bluebird-Proteus CN7 era el nombre de otro “avión de tierra”, creado en 1962. Estructuralmente era prácticamente como un aeroplano, contando con una prominente cola y unos abultados pasos de rueda. Se completó el modelo original en el año 1960, equipado con una turbina que proporcionaba 4.450 CV.
La idea de Campbell, el creador de la idea, era la de alcanzar los 810 km/h. Después de diferentes pruebas, con accidente incluido, alcanzo en el año 1964 una velocidad máxima de 710 km/h con una media de 690 km/h.

British Steam Car Challenge


El British Steam Car Challenge fue una auténtica joya de la década de 1900 que ofreció al mundo las capacidades que el vapor podría aportar, desbancando el excesivo gasto de gasolina e incluso superando a los eléctricos de la época.
Su carrocería tubular de un sólo frame, sus 5.25 metros de largo y su aerodinámica equilibrada, con 0.20 de coeficiente de resistencia, escondían un sistema de propulsión a vapor. Un turbina de dos etapas proporcionaba 325 CV de potencia a las ruedas traseras con una relación de transmisión de 5:1. Contaba con frenos de disco y paracaídas para frenar. La velocidad máxima que alcanzaba era de 320 km/h.

Thrust SCC


El vehículo que rompió la barrera del sonido en tierra fue el Thrust SCC (Super Sonic Car) en el año 1997. Probablemente el que más formato de avión tenía, medía 16.5 metros de largo y pesaba cerca de las 11 toneladas de peso.
Estaba equipado con dos reactores. Estaban fabricados por Rolls-Royce y producían un par máximo de 67.750 Nm, con una potencia cercana a los 110.000 CV.
Alcanzó el récord en el desierto con una velocidad punta de 1.233 km/h, superando la barrera del sonido entre innumerables medidas de seguridad dado el riesgo de la prueba.
Mollino Land Speed Record Car

Aunque no es su nombre original, el Mollino Land Speed Record Car fue una creación de Carlo Mollino, especialista italiano de automoción en los años 50 del siglo pasado. Su creación está expuesta todavía en la ciudad de Turin en Italia y, desgraciadamente, se sabe poco de él.
Se desconoce totalmente la mecánica que pudo haber llevado. El dato más relevante conocido es el de que se inspiró en el Railton-Mobil, que en en el 1947 alcanzó los 634 km/h.
Irving-Napier Golden Arrow


El Irving-Napier Golden Arrow no sólo es famoso por su afilada estructura y su color dorado sino por pasar a la historia ofreciendo su propio récord de velocidad. Diseño de J.S. Irving y motor Napier, un W12 tomado de la mecánica aeronáutica que ofrecía 930 CV de potencia.
Hengry Segrave fue el encargado de realizar las pruebas. Anteriormente había corrido con el Sunbeam 1000, un prototipo anterior de 1000 CV. La potencia no lo es todo y el Golden Arrow resultó un trabajo más fluido. Después de diversos intentos, el día 1 de marzo de 1929 batía del récord de velocidad sobre tierra en Daytona Beah: 372.1 km/h.
Después de este récord el Golden Arrow no volvió a “probar” altas velocidades y Segrave se dedicó a otros menesteres, como los récords de velocidad sobre agua.
Pioneer 2M



La tecnología rusa de la década de los 60 no era precisamente antigua. Así lo atestigua el Pioneer 2M soviético, una “bala” con una estructura construida en aluminio y con llantas de manganeso. La propulsión corrió a carga de dos turbinas de gas que imprimían 68 CV a 50.000 rpm con un par altísimo.
El encargado de marcar un hito en la historia con este vehículo ruso fue el ingeniero J. Tihomirov, quien en el año 1963 alcanzó una velocidad de 311.4 km/h. Con ello marcaba uno de los récords más altos y se convertía en el hombre más rápido sobre tierra de toda la Unión Soviética.
Aussie Invader Rocket


16.7 metros de largo y 200.000 CV son sólo algunos de los parámetros del Aussie Invader Rocket. Esta creación australiana prácticamente no tiene nada que envidiar a cualquier caza militar y sus resultados así lo atestiguan: en 1997 el ideologo y conductor del invento, Rosco McGlashan, alcanzó los 1.033 km/h y se convirtió, lógicamente, en el hombre más rápido de Australia.
Con toda seguridad, los motores que impulsan al Invader Rocket provienen de la tecnología aeroespacial. Se sabe que utilizan una mezcla de goma sintética inerte y óxito nitroso como oxidador.
En la siguiente iteración, McGlashan intentará alcanzar los 1.609 km/h.
BMW H2R

Con un aspecto menos aeronáutica pero sí aerodinámico llegamos al BMW H2R. La creación de la marca bávara data de 2004 y fue construido en tan solo 10 meses. Debajo de este aspecto tan metalizado se escondía la estructura de aluminio y de fibra de carbono, que pesaba unos 1.460 kg y ofrecía un coeficiente de resistencia de 0.21.
El motor era un V12 de 6 litros, basado en el motor del 760i. Se alimentaba por hidrógeno y producía 285 CV. Fue lanzado en diversas pruebas hasta altas velocidades, alcanzando su récord al batir los 302 km/h. Además de éste, batió otras marcas de aceleración o de menor tiempo al recorrer el cuarto de milla.
MG EX 181

Su aspecto de platillo volante con ruedas le delata. El MG EX 181 se creó en el año 1957 y fue uno de los vehículos dentro de una saga de intentos para hacerse con el récord de velocidad. Finalmente, el que mayor éxito logró fue el EX-255 al superar más de 400 km/h. Sin embargo, el EX 181 permanece como uno de los más sobresaliente en la lista por varios motivos.
Su motor era un doble turbo de 1.5 litros de cilindrada y mezclaba metanol, nitrobenzeno y otros elementos para producir 290 CV de salida. Alcanzó en los 395.3 km/h con la colaboración de Stirling Moss, el gran piloto de carreras inglés.
North American Eagle Jet

El North American Eagle Jet ya ha pasado por Diariomotor, destacando por ser un auténtico avión sin alas con 42.500 CV repartidos entre sus dos reactores. Potencia más que suficiente para elevarse hasta los 1.233 km/h, su actual récord de velocidad sobre tierra.
Sus constructores planean atacar la cifra psicológica de los 1.300 km/h, que visto de forma fría es menos sugestivo que los 1.600 km/h que se planea alcanzar con el Invader Rocket.
Opel RAK 2


Opel RAK 2 es el nombre de un vehículo que combinaba el estilo de los característicos coches de carreras clásicos con una llamativa terminación trasera. Ello se debía a los 24 micro-cohetes que lo propulsaban. Desde luego también llamaba la atención por su ligereza, pesando únicamente 120 kg.
De ello se sirvió para el 3 de mayo de 1928 el magnate Fritz von Opel alcanzara los 238 km/h, durante la prueba realizada en el circuito AVUS de Berlin ante la mirada atónita de 3.000 invitados al evento.
Thunderbolt Car


El Thunderbolt Car fue creado en 1937 por el capitán George Eyston, formado por una estructura tomada de un avión de 10 metros y 8 ruedas para volar a alta velocidad. Se valía de dos motores Rolls Royce que producían 2.000 CV, muy necesarios para mover las 7 toneladas de peso del artefacto.
Nuevamente la aerodinámica y el gran par ejercicido por los propulsores lo que permitió al Thunderbolt alcanzar los 575.3 km/h.

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