Gunnar Nilsson

Piloto automovilista que nació en Helsinborg el 20 de Noviembre de 1948 y murió en Hammersmith el viernes 20 de Octubre de 1978, víctima de un cruel cáncer. Nilsson se sintió atraído por el automovilismo desde la infancia y, en cuanto pudo, en lugar de los rallies tan típicos de su país eligió la velocidad pura en circuito (como Reine Wisell o su inmediato antecesor y guía Ronnie Peterson, 1944-1978), aunque no podría empezar a competir hasta 1972, a los 23 años. Sin embargo, recuperando el tiempo perdido, en 1975 ganó un campeonato británico de fórmula III.La puerta de la fórmula I estaba abierta y en 1976 corrió para el John Player Team Lotus con un JPS12/Lotus 77-Ford Cosworth, logrando dos meritorias plazas de podio (3 en España, 3º en Austria). Ganó también un húmedo Grand Prix de Bélgica 1977, batiendo a Lauda y a Peterson, pero, a partir de entonces, su conducción perdió garra; la insidiosa enfermedad había comenzado a atenazarle. Al detectar sus cefaleas, su team-mate en Lotus Mario Andretti le aconsejó una urgente revisión médica, aunque ya era tarde. Sin resignarse a un final sin esperanza, Gunnar fichó para 1978 con Arrows, pero no pudo llegar a tomar el volante en carrera. No pudo aumentar en su hoja de servicios el número de Grands Prix disputados, que se quedó en 31; ni el de puntos obtenidos, también 31. Porque cayó en coma en Octubre y murió un mes antes de cumplir los 30 años. Ronnie Peterson le había aventajado en 39 días al cruzar la meta final; Gunnar había querido contribuir a portear el ataúd de su antiguo héroe, pero su estado ya no se lo permitía y, cariñosamente, Hunt y Fittipaldi tuvieron que disuadirle. En los últimos meses, Gunnar había perdido 30 Kg de peso y todo el pelo, barrido por la quimioterapia, pero conservó el ánimo, trabajó personalmente en una fundación contra el cáncer (para la que recaudó cerca de un millón de dólares) y anunció que se reintegraría al Grand Cirque en 1979. En sus postreros días se negó a ser dopado y afrontó el final con completa lucidez.