La ciudad de Maranello en la Provincia de Modena, se encuentra en una región como la Emilia-Romagna, conocida por la calidad de sus productos alimenticios. Pero hoy por hoy esta pequeña ciudad cuenta con uno de los símbolos de la moderna Italia, se trata de Ferrari. Esta marca reúne la quinta esencia del automóvil. A sus vehículos les viene muy bien la palabra italiana para referirse al coche: la "maquina".
Enzo Ferrari creó este fenómeno. Comenzó su relación con el mundo del automóvil como piloto de Alfa Romeo. Sólo logro tres victorias: en 1924 en Pescara (la más importante) y en 1927 y 1928 en Módena, su ciudad natal. Creó en 1929 la "Scuderia Ferrari" que actúo como soporte de Alfa hasta 1937. Para ello construyó un edificio en Modena. El emplazamiento elegido fue antes una cuadra de caballos. Existe una teoría que fija en este motivo el origen del logotipo de la marca. La otra teoría hace referencia a que el "cavallino" era el estandarte de un piloto italiano amigo de Enzo, fallecido en batalla durante la 1ª Guerra Mundial. En 1938 desaparece la "Scuderia" porque Alfa quiere tener el departamento de competición en la fábrica. No le gustó ser un empleado y retornó al antigüo local de la "Scuderia" para crear "Auto Avio Construccioni". Esta empresa se dedicó a fabricar útiles hasta 1945. Aunque en 1940 creó el Auto Avio 815 que participó en la "Mille Miglia" con un joven Ascari. Este emplazamiento se mantuvo hasta 1942 cuando un nuevo plan urbanístico le obligó a mudarse. Enzo intentó trasladar la empresa a otra ciudad, pero no fue aceptado. Finalmente el alcalde de Maranello, Giuseppe Ferrari, (no les unía ningún parentesco) le ayudó. Le aconsejó adquirir unos terrenos adyacentes a la casa que poseía Enzo como lugar de descanso, que continúa en pie en medio de la pista de Fiorano con el 27 en su fachada, un número relacionado con Ferrari antes de llegar a la F1. Así llego a su actual emplazamiento en Via Abetone Inferiore, 4. Este pasado mes de diciembre se cumplieron 57 años de la concesión de la licencia de instalación que se tramitó en solo tres días, indicando que permitía instalar un "capannone metálico". En ningún momento se habla de actividad mecánica, que continuaba en Módena, sino de una construcción agrícola. Quizás fue una estratagema para facilitar su llegada ya que entonces no había ninguna instalación industrial en la ciudad. En 1947, un Enzo enriquecido cumple su ilusión de crear el primer coche con su nombre: el Ferrari 125S que pilotaron Cortese y Nuvolari.
La llegada de Ferrari ha influido mucho en la ciudad tal y como lo atestigüa la evolución del censo desde los 6.450 habitantes hasta los actuales 15.000. Esta empresa aporta 1.400 empleos directos en la fábrica de automóviles de calle. Aparte el equipo de competición está compuesto por 330 miembros la mayoría de la zona. Ferrari cuida del futuro profesional de sus vecinos ya que dispone del centro de Formación Profesional "Dino Ferrari", el malogrado hijo del fundador, para la formación de sus futuros operarios. En Via Dino Ferrari, 43 esta la "Galleria Ferrari" que recorre toda la historia del mito del cavallino. Una idea de Enzo Ferrari (1898-1988) para aglutinar todo su legado. No pudo acudir a la inauguración en 1990 pero allí están su despacho integro y sus trofeos como piloto y propietario de la Scuderia. También hay objetos de pilotos unidos a la marca. El mayor espacio, por motivos obvios, lo ocupan los coches. Por problemas de espacio los vehículos son continuamente renovados. Allí están el mítico Testarrossa original de 1957, el F-40 Le Mans de 1000 CV, etc.... Otra instalación es el circuito privado de pruebas en Fiorano, que es una localidad limítrofe ya que la pista esta en terreno de ambos municipios. Es la primera instalación que se ve del grupo Ferrari al llegar a la ciudad desde Módena. Aunque debemos bajarnos de nuestro coche en un cambio de rasante desde el cual se tiene una magnifica visión de la pista. Para un turista es un lugar de obligada visita mirar la pista desde ese lugar. Prueba de la unión con la ciudad es que las calles próximas a las instalaciones Ferrari tienen todas nombres de pilotos de la marca como Ascari, Musso, Nuvolari, Villeneuve, Villoresi, etc... La sede de la "Scuderia" de competición esta en Via Ascari, 55-57. Es un moderno edificio cuyo elemento más sorprendente es una gasolinera en la puerta de acceso, dentro de la propia fábrica. Por supuesto es de Shell.
La ciudad dispone también de un famoso restaurante: "Il Cavallino". Pertenece a Ferrari aunque la gestión es ajena. Dispone de una lista de reservas con varios años de antelación para fechas concretas que coinciden por ejemplo con el fin de semana del GP de Imola que se disputa a 78 km. El edificio es una antigüa vivienda rural que Enzo Ferrari, aconsejado por el alcalde, adquirió junto con sus terrenos para emplazar la fábrica inicial. Con otras cuatro granjas cuyos edificios fueron derribados logró 30 hectáreas, casi toda la superficie de la fábrica actual. Al principio, la fabricación de vehículos de calle y competición se hacían en la misma instalación, ya que la diferencia entre ambos tipos de coche eran mínimas. La granja, por su proximidad a la fábrica (sólo hay que cruzar la carretera Modena-Livorno) se convirtió en el comedor de los obreros. Posteriormente el aumento de plantilla obligó a crear unos nuevos comedores en un nuevo edificio contigüo a la granja. Desde entonces funciona como un restaurante abierto al público, aunque tiene a sus mejores clientes entre los pilotos y directivos de Ferrari. Aunque el cliente más fiel fue el mismo Enzo que comió allí durante cuarenta años. Estas visitas han llenado sus paredes de innumerables objetos relacionados con la F1 y Ferrari. Dispone de un espejo a su entrada cubierto íntegramente de pegatinas de los innumerables clubs Ferrari distribuidos por el mundo. Ya que nos encontramos en Maranello podemos aprovechar para visitar el hall principal de la fábrica de coches de calle. Su decoración es mixta con vehículos de calle y competición (generalmente F1) y es interesante la visita. También recordar que si es un día con mucha gente pueden poner alguna limitación para acceder al lugar. Lo que ya es más difícil es subir una escalera empinada que nace en el hall. No por la dificultad de la pendiente sino porque al subir se encuentra la oficina en la cual podemos solicitar nuestro vehículo. Es el lugar más barato para comprar un Ferrari, si esto se puede decir. La visita merece la pena no por el descuento sino porque quizás nos inviten para recorrer la fabrica. Una vez que poseemos un Ferrari la fábrica dispone de un departamento específico de mantenimiento. Cuando nuestro coche se ha deteriorado sobre todo en temas de carrocería en esta sección lo desmontan, lo limpian, lo repintan, etc...y nos lo devuelven casi como nuevo. También hacen mantenimiento de temas importantes de mecánica y para ello disponen de una matrículas específicas que permite la legislación italiana en las que se lee la leyenda "vehiculo in prova". Así durante el tiempo que dejamos el coche en sus manos no nos pondrán ninguna multa por exceso de velocidad. De ello se hace cargo Ferrari. Esta práctica también se da en Lamborguini y otras marcas similares . La gran atracción que realiza el nombre Ferrari da lugar a cinco o más tiendas dedicadas a la venta de artículos relacionados con la marca. En estas tiendas podemos encontrarnos todo lo imaginable desde las clásicas camisetas hasta perfumes. Estos negocios son ajenos al imperio Ferrari, pero venden artículos oficiales con el consiguiente pago de derechos. La tienda próxima al museo es "Hors Ligne", cuyo dueño posee un vehículo a juego con el contenido de su tienda, lo que demuestra su pasión por los coches y lo saneado del negocio. También existe una juguetería, mejor dicho una "Ferrariria" porque estando en la ciudad que esta se ha especializado en artículos relacionados con la marca del "cavallino". Su amable propietario es Giorgio Giochi y el establecimiento esta en la calle principal la "via Claudia, 135". Podemos encontrarnos reproducciones de todos los Ferrari en las diversas escalas existentes, barajas de cartas sobre Ferrari y el mundo del automóvil, etc... Curiosamente una ciudad tan volcada con Ferrari no dispone de un taller mecánico de la marca para las reparaciones más comunes. El servicio oficial más próximo esta en Modena, a 18 km. Esta carencia de Maranello esta ampliamente suplida por "Toni Autoreparazioni". El propietario posee varios Ferrari y un superdeportivo con mecánica V-12 fabricado artesanalmente en su propio taller. Cualquier propietario de un Ferrari puede confiar plenamente en Toni aunque el aspecto externo del taller le haría dudar. En cambio, un accidente de chapa de un Ferrari tiene su solución en Maranello ya que hay un taller oficial para estas contingencias especializado en la reparación de los vehículos participantes en copas monomarca como la Challenge Ferrari 355, etc... Durante los dos últimos finales de temporada como Ferrari optaba a títulos hasta la última prueba el taller se convirtió en un gigantesco salón con 500 sillas para presenciar la carrera por televisión. Excepcionalmente Zarasi arrinconó los coches que estaba reparando a los lados de la nave para ocupar su lugar los "tiffossi". Entre los privilegiados se encontraban mecánicos de Ferrari que asistían en los 50 a Fangio, Froilan Gonzalez, Ascari, etc... y directivos de la marca. En las calles había 50.000 personas presenciando las pruebas en pantallas gigantes de televisión y "empujando" a sus pilotos y coches. Esto demuestra la auténtica simbiosis entre la ciudad y la marca. Hasta el clero está con Ferrari haciendo sonar las campanas de los templos cuando hay victorias
La llegada de Ferrari ha influido mucho en la ciudad tal y como lo atestigüa la evolución del censo desde los 6.450 habitantes hasta los actuales 15.000. Esta empresa aporta 1.400 empleos directos en la fábrica de automóviles de calle. Aparte el equipo de competición está compuesto por 330 miembros la mayoría de la zona. Ferrari cuida del futuro profesional de sus vecinos ya que dispone del centro de Formación Profesional "Dino Ferrari", el malogrado hijo del fundador, para la formación de sus futuros operarios. En Via Dino Ferrari, 43 esta la "Galleria Ferrari" que recorre toda la historia del mito del cavallino. Una idea de Enzo Ferrari (1898-1988) para aglutinar todo su legado. No pudo acudir a la inauguración en 1990 pero allí están su despacho integro y sus trofeos como piloto y propietario de la Scuderia. También hay objetos de pilotos unidos a la marca. El mayor espacio, por motivos obvios, lo ocupan los coches. Por problemas de espacio los vehículos son continuamente renovados. Allí están el mítico Testarrossa original de 1957, el F-40 Le Mans de 1000 CV, etc.... Otra instalación es el circuito privado de pruebas en Fiorano, que es una localidad limítrofe ya que la pista esta en terreno de ambos municipios. Es la primera instalación que se ve del grupo Ferrari al llegar a la ciudad desde Módena. Aunque debemos bajarnos de nuestro coche en un cambio de rasante desde el cual se tiene una magnifica visión de la pista. Para un turista es un lugar de obligada visita mirar la pista desde ese lugar. Prueba de la unión con la ciudad es que las calles próximas a las instalaciones Ferrari tienen todas nombres de pilotos de la marca como Ascari, Musso, Nuvolari, Villeneuve, Villoresi, etc... La sede de la "Scuderia" de competición esta en Via Ascari, 55-57. Es un moderno edificio cuyo elemento más sorprendente es una gasolinera en la puerta de acceso, dentro de la propia fábrica. Por supuesto es de Shell.
La ciudad dispone también de un famoso restaurante: "Il Cavallino". Pertenece a Ferrari aunque la gestión es ajena. Dispone de una lista de reservas con varios años de antelación para fechas concretas que coinciden por ejemplo con el fin de semana del GP de Imola que se disputa a 78 km. El edificio es una antigüa vivienda rural que Enzo Ferrari, aconsejado por el alcalde, adquirió junto con sus terrenos para emplazar la fábrica inicial. Con otras cuatro granjas cuyos edificios fueron derribados logró 30 hectáreas, casi toda la superficie de la fábrica actual. Al principio, la fabricación de vehículos de calle y competición se hacían en la misma instalación, ya que la diferencia entre ambos tipos de coche eran mínimas. La granja, por su proximidad a la fábrica (sólo hay que cruzar la carretera Modena-Livorno) se convirtió en el comedor de los obreros. Posteriormente el aumento de plantilla obligó a crear unos nuevos comedores en un nuevo edificio contigüo a la granja. Desde entonces funciona como un restaurante abierto al público, aunque tiene a sus mejores clientes entre los pilotos y directivos de Ferrari. Aunque el cliente más fiel fue el mismo Enzo que comió allí durante cuarenta años. Estas visitas han llenado sus paredes de innumerables objetos relacionados con la F1 y Ferrari. Dispone de un espejo a su entrada cubierto íntegramente de pegatinas de los innumerables clubs Ferrari distribuidos por el mundo. Ya que nos encontramos en Maranello podemos aprovechar para visitar el hall principal de la fábrica de coches de calle. Su decoración es mixta con vehículos de calle y competición (generalmente F1) y es interesante la visita. También recordar que si es un día con mucha gente pueden poner alguna limitación para acceder al lugar. Lo que ya es más difícil es subir una escalera empinada que nace en el hall. No por la dificultad de la pendiente sino porque al subir se encuentra la oficina en la cual podemos solicitar nuestro vehículo. Es el lugar más barato para comprar un Ferrari, si esto se puede decir. La visita merece la pena no por el descuento sino porque quizás nos inviten para recorrer la fabrica. Una vez que poseemos un Ferrari la fábrica dispone de un departamento específico de mantenimiento. Cuando nuestro coche se ha deteriorado sobre todo en temas de carrocería en esta sección lo desmontan, lo limpian, lo repintan, etc...y nos lo devuelven casi como nuevo. También hacen mantenimiento de temas importantes de mecánica y para ello disponen de una matrículas específicas que permite la legislación italiana en las que se lee la leyenda "vehiculo in prova". Así durante el tiempo que dejamos el coche en sus manos no nos pondrán ninguna multa por exceso de velocidad. De ello se hace cargo Ferrari. Esta práctica también se da en Lamborguini y otras marcas similares . La gran atracción que realiza el nombre Ferrari da lugar a cinco o más tiendas dedicadas a la venta de artículos relacionados con la marca. En estas tiendas podemos encontrarnos todo lo imaginable desde las clásicas camisetas hasta perfumes. Estos negocios son ajenos al imperio Ferrari, pero venden artículos oficiales con el consiguiente pago de derechos. La tienda próxima al museo es "Hors Ligne", cuyo dueño posee un vehículo a juego con el contenido de su tienda, lo que demuestra su pasión por los coches y lo saneado del negocio. También existe una juguetería, mejor dicho una "Ferrariria" porque estando en la ciudad que esta se ha especializado en artículos relacionados con la marca del "cavallino". Su amable propietario es Giorgio Giochi y el establecimiento esta en la calle principal la "via Claudia, 135". Podemos encontrarnos reproducciones de todos los Ferrari en las diversas escalas existentes, barajas de cartas sobre Ferrari y el mundo del automóvil, etc... Curiosamente una ciudad tan volcada con Ferrari no dispone de un taller mecánico de la marca para las reparaciones más comunes. El servicio oficial más próximo esta en Modena, a 18 km. Esta carencia de Maranello esta ampliamente suplida por "Toni Autoreparazioni". El propietario posee varios Ferrari y un superdeportivo con mecánica V-12 fabricado artesanalmente en su propio taller. Cualquier propietario de un Ferrari puede confiar plenamente en Toni aunque el aspecto externo del taller le haría dudar. En cambio, un accidente de chapa de un Ferrari tiene su solución en Maranello ya que hay un taller oficial para estas contingencias especializado en la reparación de los vehículos participantes en copas monomarca como la Challenge Ferrari 355, etc... Durante los dos últimos finales de temporada como Ferrari optaba a títulos hasta la última prueba el taller se convirtió en un gigantesco salón con 500 sillas para presenciar la carrera por televisión. Excepcionalmente Zarasi arrinconó los coches que estaba reparando a los lados de la nave para ocupar su lugar los "tiffossi". Entre los privilegiados se encontraban mecánicos de Ferrari que asistían en los 50 a Fangio, Froilan Gonzalez, Ascari, etc... y directivos de la marca. En las calles había 50.000 personas presenciando las pruebas en pantallas gigantes de televisión y "empujando" a sus pilotos y coches. Esto demuestra la auténtica simbiosis entre la ciudad y la marca. Hasta el clero está con Ferrari haciendo sonar las campanas de los templos cuando hay victorias
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