Retrorace, blog miembro de FOwwwA (Formula One world wide web Association)

martes, 22 de septiembre de 2009

Lucha de Titanes:Monza 1967



Crónica de una de las carreras más apasionantes de los años 60, y tal vez la mejor que se disputó en el legendario y ultraveloz Monza.

La carrera más apasionante disputada en Monza fué el Gran Premio de Italia del 10 de Septiembre de 1967. Monza representaba el noveno asalto del campeonato ese año, que se habia convertido en un enfrentamiento entre los ligeros - aunque poco potentes - Brabham-Repco y los nuevos y poderosos Lotus-Ford. Jack brabham y Dennis Hulme conducian los coches con motor Repco, mientras los legendarios Jim Clark y Graham Hill pilotaban los Lotus 49. Una nueva Fórmula, para coches de 3 litros, había surgido a comienzos de la temporada anterior, y "Black Jack" Brabham había hecho suyos los los títulos del Campeonato del Mundo de ese año con su coche con motor Repco. Entre una y otra temporada, Hill había dejado la BRM para unirse a Clark en el equipo Lotus, que tenía la exclusiva del motor V8 patrocinado por la Ford y construido por la Cosworth Engineering en Northhampton. Lotus había diseñado un nuevo chasis Tipo 49 especialmente para ese motor, y desde el principio el coche de Hill había demostrado ser el mas rápido.
Cuando los Lotus-Ford se mantenían juntos, generalmente ganaban. Un solitario Ferrari se enfrentaba a ellos, ya que este equipo se había visto desmembrado por la muerte de Bandini ese mismo año en Montecarlo y por las heridas sufridas por su compañero de equipo, Mike Parkes, en el Gran Premio de Bélgica. Al joven Neozelandés Chris Amon le correspondió defender el honor italiano en solitario.
Dan Gurney representaba los intereses angloamericanos con su rutilante Eagle, acompañado por Ludovico Scarfotti, que había ganado el año anterior en Monza con Ferrari.
Jackie Steward, Mike Spence y Chris Irwin conducian los complejos BRM de 16 cilindros en H.
Los Cooper-Maserati, estaban pilotados por Jochen Rindt y por el joven debutante Jackie ickx, mientras que las escuderías privadas estaban representadas por Jo Bonnier y Jo Siffert. El armador francés Guy Ligier corría con su propio Brabham-Repco, Giancarlo Baguetti salió a pista con un Lotus Tipo 49, Bruce McLaren tenía su nuevo coche con motor BRM V12 y estaba además John Surtees con el Honda japonés de color blanco. Surtees era todo un heroe para el enfervorizado público italiano, había sido multiples veces Campeón Mundial de motociclismo con una MV-Agusta italiana en los años 50 y había ganado con Ferrari el Campeonato Mundial (tanto de constructores como de pilotos) en el año 64.
En Monza, las pruebas se vieron dificultadas por la lluvia torrencial antes de que algunos pílotos de primera linea hubieran hecho sus entrenos. Fué así que Bruce McLaren, que había marcado un tiempo muy bueno con pista seca, se encontró en la primera fila de salida, junto al Lotus 49 de Clark que ocupaba el extremo y Brabham en el centro, delante de Amon, Gurney, Hulme, Stewart y Hill.
Los 18 coches se agruparon con una tensión mayor de la habitual en los apenas 100 metros de la linea de partida. Amon, Gurney, Hulme, Hill, Stewart y Surtees se sentian desplazados de los mejores puestos de la parrilla por culpa de la lluvia caída en los entrenamientos.
Los representantes del AC milanés parecían también nerviosos. Señalaron 30 segundos para la partida y los pilotos aceleraron los motores, creyendo que los harían pasar a la parrilla de salida propiamente dicha con 15 segundos de antelación. pero el reloj avanzaba y los jueces no hacían la menor señal. ¿Estarían usando el procedimiento habitual? ¿A que estaban jugando? Pasaron los 30 segundos, un juez agitó una bandera verde señalando el avance hasta la parrilla de salida. Clark alivió el embrague, con la mirada fija en el juez de salida situado sobre la tribuna y que tenía entre las manos nerviosamente la tricolor italiana.
Al bajar la bandera verde, Jack Brabham aflojó ligeramente el embrague, aceleró, soltó el embrague totalmente y con un acelerón a fondo salió echando chispas con las ruedas traseras embueltas en humo. McLaren y Gurney lo imitaron, Clark se vió engullido en un torbellino de coches que aceleraban a tope. La carrera habia comenzado. El juez que sostenía la bandera tricolor la dejó caer en medio de gran confusión mientras los coches que ocupaban los puestos centrales de la parrilla pasaban junto a el como una exalación rozando ya los 160 Km/h.
Gurney adelantó inmediatamente a McLaren para lanzarse tras Brabham. Amon estuvo a punto de golpear la cola del coche de Clark y todos ellos se lanzaron con los motores bramando hacia la terrible y superrápida Curva Grande - un giro a derechas - a la que dejaron atrás.
Al comenzar la segunda vuelta estaba Gurney a la cabeza y detrás de él Brabham, Hill, Clark (que había recuperado unos puestos), McLaren, Stewart, Hulme y el desdichado Amon que había pasado de vueltas el motor de su Ferrari en la confusión de la salida y empezaba a perder potencia.
No tardaron Clark y Hill, con sus Lotus 49, en abrirse camino pasando a Brabham para acercarse al coche V12 azul y blanco de Gurney. En la vuelta tres Jim había tomado la delantera y deliberadamente hacía zigzajear a su Lotus para evitar que Gurney se colocase a su estela. Dan no cejaba en su empeño de mantenerse lo mas cerca posible, pero en la vuelta cinco, un ruido sordo y un chirrido que le llegaron desde atrás le anunciaron la rotura de una viela, la perforación del motor y su inmediato abandono de la carrera.
Clark llevaba una gran ventaja, mientras Hill, Hulme y Brabham luchaban denodadamente por un segundo puesto en un grupo cerradísimo, el resto de corredores les seguía de lejos.
Todo parecía hablar de una nueva demostración del dominio Lotus-Ford, pero el 49 de Clark empezaba a mostrar cierta inestabilidad en la marcha en las rectas debido a la perdida de presión de una de sus ruedas, de modo que rebajó ligeramente la velocidad. Hulme adelantó como un rayo a Hill en la vuelta 9 para pasar al segundo puesto, y en la vuelta siguiente ya había desplazado a Clark del primero.
Al enfilar la parabólica, el neozelandés señaló a Clark la rueda y Jim, reconociendo la señal, se dirigió desesperado hacia los boxes, donde el equipo cambió rapidamente la rueda.
Casi una vuelta separaba a Jim de la pelea Honda - Ferrari, que estaba despertando más entusiasmo en el público que el duelo por el primer puesto.
Muy por delante veía al trío que iba a la cabeza y en la vuelta 16, cuando doblaban a los últimos Bonnier y Ligier, Brabham logró pasar al primer puesto. En la vuelta siguiente, Hulme volvía a adelantar a todos.
Cuando este grupo sorteaba a Ickx para dejarlo atrás con vuelta perdida, Graham Hill se abrió camino hacia el primer puesto.
Pero Clark se desbocó. Los que iban a la cabeza cubrian la vuelta en 1 min 30 seg, él lo hacía en 1 min 29 seg. Se lanzó en persecución de los líderes abriéndose paso entre Ligier, Bonnier e Ickx. A Irwin le falló el BRM y Jim pasó a ocupar el décimo puesto. En la vuelta 21, Hill, Hulme y Brabham cruzaron la línea de meta con una ventaja de 1,1 seg, mientras Jim le pisaba los talones a Jack. En la vuelta siguiente había logrado introducirse entre los Brabham. En la número 24 consiguió salirse de la estela de Hill-Hulme, volviendo a colocarse en la misma vuelta que ellos, aunque llevaba un retraso de casi 6 Km en cuanto a distancia recorrida.
Con gran maestría Hulme se colocó en la estela de atracción del Lotus y pronto superó a Hill para tomar nuevamente la delantera, y en el nerviosismo del momento el pobre Brabham aceleró demasiado ahogando so motor Repco V8. Jim se encontró un tramo de pista libre ante sí y se lanzó a la carga.
Vuelta 28. El motor de Hulme empieza a calentarse obligandolo a entrar en boxes y retirarse, dejando a Hill lider en solitario. El própio "Black Jack" se había quedado atrás, 10 segundos por detrás de Hill, que se pegaba a la cola de su compañero de equipo mientras Clark corría como un loco.
Brabham se encontraba ya a 17 segundos por detrás de los Lotus de Hill y Clark, este último con toda una vuelta de desventaja, cada vez a mayor velocidad. Detrás de Brabham el duelo por el tercer puesto entre Surtees, Amon, McLaren y Rindt estaba en su momento mas reñido. Así se mantubieron hasta la vuelta 47, en que el motor BRM V12 de Bruce explotó. Amon solo se mantubo una vuelta mas antes de parar porque el coche no le respondía. Se reincorporó en la vuelta siguiente. El Lotus de Baghetti rompió el arbol de levas y en los boxes del quipo, Colin Chapman y el diseñador del motor, Keith Duckworth, se miraron con gesto contrariado. ¿Resistirian los demás pilotos del equipo?
Clark seguía luchando denodadamente. En la vuelta 54 había adelantado a Rindt y ya se encontraba cuarto en la clasificación. Ya podía ver el Honda de Surtees y el Brabham de Jack delante de él.
El motor de Graham Hill no pudo seguir el ritmo de su compañero y estalló en la entrada a la Parabólica, Brabham pasó como una centella junto a los boxes y por delante del Lotus que tragaba combustible a chorros para tomar la delantera, con lo cual Clark quedaba ahora en el segundo puesto tras pasar a Surtees, que no se despegaba de la estela de su coche. Ambos iban acortando la distancia que los separaba de "Blak Jack". En la vuelta 60, Clark empezó a cojer la aspiración de Brabham y en el momento en que los tres coches pasaban a una velocidad vertiginosa entre los árboles hacia la Curva Grande, sorteó limpiamente al australiano para recuperar el primer puesto que había perdido. Despues de haber llevado toda una vuelta de desventaja había hecho sin duda una carrera escalofriante.
Brabham se pegaba con determinación a la cola de Clark para frenar los decididos intentos de Surtees de colocar su Honda en el segundo puesto, pero en la vuelta 65 Jim se encontraba claramente distanciado y Surtees consiguió adelantar a Brabham como una exalación. Al final de la vuelta, Jim había conseguido aumentar su ventaja en una décima de segundo, pero a punto de entrar en la última vuelta Surtees y Brabham se acercaron inesperadamente al Lotus que iba en cabeza, a sólo 1,8 segundos, y el escape del Ford Coswoth no emitía ya el potente ruido de las vueltas anteriores. A 265 Km/h y en la Curva Grande el V8 se paró, el Lotus derrapó y sólo los excelentes reflejos de Jim salvaron la situació mientras Surtees y Brabham pasaban como centellas.
En Lesmo, el comentarista emitía sonidos incoherentes, mientras el Honda de Surtees y el coche de Brabham pasaban rugiendo junto a él, disputandose el primer puesto en la última vuelta.
A 290 Km/h los dos pilotos entraban en la Parabólica, Surtees penetró en el área de frenado con el convencimiento de que la única oportunidad de que disponía Jack consistía en aprovechar la ventaja de frenado que le concedía ir por la parte interior.
En un primer momento, Surtees pensó en aferrarse a esa línea, pero era allí donde había explotado el motor de Hill, derramando aceite, y había una larga franja de cemento manchado. La decisión estaba tomada.
Mantubo su Honda sobre la izquierda de la pista ofreciendo el interior a Jack, Brabham se lanzó desbocado por la derecha, resbalando sobre el cemento y el aceite derrapando, mientras Il Grande John pasaba rozando su cola, salía por la esquina y lanzaba su rugiente Honda hacia la línea de llegada. Jack se recuperó milagrosamente de aquel percance para colocarse con el morro pegado al coche de Surtees y tratar de adelantarle sobre la misma línea por la que pasaron finalmente casi codo con codo.
Clark, cansado, y con una amarga sensación de frustración, cruzó lentamente en tercer lugar con la bombas de gasolina de su coche que se negaban a aprovechar los restos de combustible que quedaban en los depósitos. Surtees había ganado por tan sólo dos décimas de segundo.
Los tifosi inundaron el historico circuito, se apiñaron en torno a los boxes aclamando a Surtees...y a Clark. Final tumultuoso para una de las carreras más emocionantes de la historia del automovilismo.

0 comentarios:

Publicar un comentario