Ferruccio Lamborghini ha sido y será uno de los grandes personajes que ha colaborado de forma activa en la historia del automovilismo y del motor.
A este italiano debemos que nuestros ojos disfruten con los coches de esta marca que hoy en día siguen dejando estupefactos a todo aquel que acude a observar los nuevos modelos.
A este italiano debemos que nuestros ojos disfruten con los coches de esta marca que hoy en día siguen dejando estupefactos a todo aquel que acude a observar los nuevos modelos.
Lamborghini fue un hombre que viniendo de una familia humilde, luchó con todas sus fuerzas para dedicarse a lo que más quería y amaba en el mundo: crear coches.Ferruccio Lamborghini nació en Renazzo, un pueblecito cercano a la ciudad de estudiantes situada en el norte de Italia, Bologna. El 28 de abril de 1916 un pequeño niño nació en el seno de una familia humilde que no tenía muchos recursos para sobrevivir ya que sus padres eran granjeros y nunca había gozado de grandes lujos.Ferruccio nunca compartió la afición de sus progenitores por el mundo campestre y por el amor por los animales, sino que él se desviaba por otros caminos que nada tenían que ver. Él era un genio de la mecánica y de la tecnología, ambas materias en las que cada día se instruía un poco más.
Ya con más edad el futuro artista de los motores, se trasladó hasta Bologna para comenzar sus estudios técnicos en mecánica. Poco tiempo tuvo que pasar para que Ferruccio pusiera en práctica los conocimientos teóricos adquiridos, ya que el italiano fue trasladado a Grecia, exactamente a la ciudad de Rodas en el época que comprendió la Segunda Guerra Mundial. En aquella ciudad griega, Lamborghini aprendió sobretodo a mantener los coches del ejército. Su experiencia en tierras griegas le sirvió de mucho al italiano ya que a su regreso se dedicó de lleno al mundo de los coches empezando su carrera de motor con la compra de vehículos militares. Pero Lamborghini no solamente se dedicaba a comprarlos sino que después de tener en sus manos estos vehículos activaba su prodigiosa mente, y comenzaba a realizar en ellos un proceso de transformación hasta que llegaban a ser tractores, aparatos que en el país de la pasta necesitaban con mucha urgencia en el periodo de post guerra. Sin duda alguna este hecho hizo desmarcarse al mecánico que tiempo después daría mucho que hablar.El éxito con esta iniciativa era palpable con lo que Ferruccio decidió establecer su propio taller donde fabricaría los tractores de la marca Lamborghini.Esta fabricación la mantendría hasta el año 1959, a partir de ese momento el italiano decide innovar en otros campos y comienza a realizar unidades de aire acondicionado y quemadores; ambos productos le reportaron grandes beneficios, algo que le permitió dedicarse a otra disciplina en el terreno de las ventas.
Con el gusanillo de seguir creando metido en el cuerpo, Ferruccio se dedicó a fabricar helicópteros, algo que le satisfacía enormemente, aunque se encontró con muchos problemas debido a que el Gobierno de su país decidió no otorgarle la licencia necesaria para que pudiese dedicarse a la fabricación de los helicópteros con lo que su ilusión se vio completamente truncada.
Después del duro golpe, Lamborghini se vuelve a poner en marcha y traslada su taller a Sant ´Agata en el año 1963, allí se empezaron a fabricar automóviles dando comienzo a lo que hoy es el mundo motor de Lamborghini.Un año más tarde Ferruccio abre las puertas de su empresa con la creación del primer modelo de la marca que es el Lamborghini 350 GTV.La fábrica empezó con buen ritmo pero desgraciadamente en 1972 dio comienzo una crisis económica de la cual la marca tardaría tiempo en volver a recuperarse.La causa de dicha crisis fue la situación mundial en la que se encontraba la economía con la caída del petróleo, con lo que Ferruccio tuvo que tener sangre fría y vendió el 51% de su empresa al empresario proveniente de tierra suizas, Henri Rossetti.Tan solo dos años más tarde, Ferruccio veía como su imperio se desmoronaba teniendo que vender el 49% a otro empresario, Rene Leimer.Estos dos nuevos propietarios no tuvieron ningún afán por sacar la marca adelante con lo que no invirtieron en nuevas creaciones.Quizá el año más duro de Ferruccio fue en 1977 cuando vio como la empresa a la que él dio vida estaba a punto de desaparecer debido a la mala gestión de los nuevos propietarios.Para sacar del pozo en el que se había sumergido la fábrica, Alessandro Artese un apasionado del mundo automovilístico, Sgarzi y Giulio Alfieri reunieron todas sus capacidades mentales para poder dar vida de nuevo a Lamborghini.La empresa empezó a salir a flote gracias en parte a la admiración que tenían todos los empleados al creador de la empresa ya que en muchas ocasiones los trabajadores estuvieron varios meses sin cobrar, además de que los clientes también apoyaron a la empresa sin darles la espalda.
A partir del año 1984 de nuevo Lamborghini coge vuelo considerándose una de las marcas mundiales con más prestigio.En ese momento la empresa pasa por diferentes manos como la familia Mimran quien se hizo con la totalidad del capital de la empresa.Los años fueron pasando y el fundador, Ferruccio Lamborghini se encontraba en plena senectud. Su sueño que tanto había anhelado se había cumplido. El apellido del italiano se reflejaba en los maravillosos coches que lanzaba la empresa.La muerte de Ferruccio coincidió con el lanzamiento del Lamborghini Diablo con tracción total que era el coche más rápido de aquel entonces ya que alcanzaba los 325 CV. El 20 de febrero de 1993, el creador de la marca nos dijo adiós después de haber pasado toda una vida dedicado al mundo del motor.
Ferruccio Lamborghini fue un hombre apasionado por los automóviles aunque su gran pasión de fabricar helicópteros se quedó en el aire; eso sí, de lo que estamos seguros es que si hubiera conseguido la licencia se habría apuntado otro éxito profesional en una nueva disciplina.
Ya con más edad el futuro artista de los motores, se trasladó hasta Bologna para comenzar sus estudios técnicos en mecánica. Poco tiempo tuvo que pasar para que Ferruccio pusiera en práctica los conocimientos teóricos adquiridos, ya que el italiano fue trasladado a Grecia, exactamente a la ciudad de Rodas en el época que comprendió la Segunda Guerra Mundial. En aquella ciudad griega, Lamborghini aprendió sobretodo a mantener los coches del ejército. Su experiencia en tierras griegas le sirvió de mucho al italiano ya que a su regreso se dedicó de lleno al mundo de los coches empezando su carrera de motor con la compra de vehículos militares. Pero Lamborghini no solamente se dedicaba a comprarlos sino que después de tener en sus manos estos vehículos activaba su prodigiosa mente, y comenzaba a realizar en ellos un proceso de transformación hasta que llegaban a ser tractores, aparatos que en el país de la pasta necesitaban con mucha urgencia en el periodo de post guerra. Sin duda alguna este hecho hizo desmarcarse al mecánico que tiempo después daría mucho que hablar.El éxito con esta iniciativa era palpable con lo que Ferruccio decidió establecer su propio taller donde fabricaría los tractores de la marca Lamborghini.Esta fabricación la mantendría hasta el año 1959, a partir de ese momento el italiano decide innovar en otros campos y comienza a realizar unidades de aire acondicionado y quemadores; ambos productos le reportaron grandes beneficios, algo que le permitió dedicarse a otra disciplina en el terreno de las ventas.
Con el gusanillo de seguir creando metido en el cuerpo, Ferruccio se dedicó a fabricar helicópteros, algo que le satisfacía enormemente, aunque se encontró con muchos problemas debido a que el Gobierno de su país decidió no otorgarle la licencia necesaria para que pudiese dedicarse a la fabricación de los helicópteros con lo que su ilusión se vio completamente truncada.
Después del duro golpe, Lamborghini se vuelve a poner en marcha y traslada su taller a Sant ´Agata en el año 1963, allí se empezaron a fabricar automóviles dando comienzo a lo que hoy es el mundo motor de Lamborghini.Un año más tarde Ferruccio abre las puertas de su empresa con la creación del primer modelo de la marca que es el Lamborghini 350 GTV.La fábrica empezó con buen ritmo pero desgraciadamente en 1972 dio comienzo una crisis económica de la cual la marca tardaría tiempo en volver a recuperarse.La causa de dicha crisis fue la situación mundial en la que se encontraba la economía con la caída del petróleo, con lo que Ferruccio tuvo que tener sangre fría y vendió el 51% de su empresa al empresario proveniente de tierra suizas, Henri Rossetti.Tan solo dos años más tarde, Ferruccio veía como su imperio se desmoronaba teniendo que vender el 49% a otro empresario, Rene Leimer.Estos dos nuevos propietarios no tuvieron ningún afán por sacar la marca adelante con lo que no invirtieron en nuevas creaciones.Quizá el año más duro de Ferruccio fue en 1977 cuando vio como la empresa a la que él dio vida estaba a punto de desaparecer debido a la mala gestión de los nuevos propietarios.Para sacar del pozo en el que se había sumergido la fábrica, Alessandro Artese un apasionado del mundo automovilístico, Sgarzi y Giulio Alfieri reunieron todas sus capacidades mentales para poder dar vida de nuevo a Lamborghini.La empresa empezó a salir a flote gracias en parte a la admiración que tenían todos los empleados al creador de la empresa ya que en muchas ocasiones los trabajadores estuvieron varios meses sin cobrar, además de que los clientes también apoyaron a la empresa sin darles la espalda.
A partir del año 1984 de nuevo Lamborghini coge vuelo considerándose una de las marcas mundiales con más prestigio.En ese momento la empresa pasa por diferentes manos como la familia Mimran quien se hizo con la totalidad del capital de la empresa.Los años fueron pasando y el fundador, Ferruccio Lamborghini se encontraba en plena senectud. Su sueño que tanto había anhelado se había cumplido. El apellido del italiano se reflejaba en los maravillosos coches que lanzaba la empresa.La muerte de Ferruccio coincidió con el lanzamiento del Lamborghini Diablo con tracción total que era el coche más rápido de aquel entonces ya que alcanzaba los 325 CV. El 20 de febrero de 1993, el creador de la marca nos dijo adiós después de haber pasado toda una vida dedicado al mundo del motor.
Ferruccio Lamborghini fue un hombre apasionado por los automóviles aunque su gran pasión de fabricar helicópteros se quedó en el aire; eso sí, de lo que estamos seguros es que si hubiera conseguido la licencia se habría apuntado otro éxito profesional en una nueva disciplina.
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