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martes, 21 de julio de 2009

GP de Argentina/1998


"Faltan pocos giros y la Ferrari de Schumacher está a punto de hacer saltar a la tribuna. El alemán dio otra gran lección de estrategia y talento a la marca después de 42 años sin hacerlo aquí." Asi lo reflejo la revista Corsa en su edicion 1654. Seria el ultimo Gp de Argentina hasta la fecha...

Las pruebas llevadas a cabo por Ferrari, Jordan y Williams en Barcelona, y Benetton en Silverstone, servían para poder frenar a los McLaren, cuyos pilotos se tomaron unas merecidas vacaciones repartidas entre Uruguay y Miami.Para Ferrari este año es muy importante, sobre todo después de que Luca de Montezemolo asegurara en la presentación del equipo, que este año no valía con ser segundos...
El equipo italiano está obligado a ganar y conservar de esa forma a Schumacher con ellos, si no los “cantos de sirena” que le llegan al alemán desde Mercedes, le podrían hacer cambiar de aires... En la tabacalera West, para quien el mercado alemán es el más importante, están dispuestos a hacerle un puente de oro, mejor incluso que el que le tendió Marlboro en su momento. La única solución para que Schumacher se quede en el equipo pasa por un coche capaz de ganar carreras.
La demostración realizada por el alemán y la alegría exteriorizada en el podio por los dos pilotos y Todt, parecían mostrar que hay Ferrari y Schumacher para rato. El equipo italiano se está esforzando mucho y exige a Goodyear la misma dedicación. Los ingenieros de la marca americana han tenido que trabajar a marcha forzada para recuperar el tiempo perdido. Esta mejoría en los neumáticos y un coche más equilibrado, permitieron a Schumacher volver a luchar por la “pole”, algo que parecía que tenia olvidado, y ganar una carrera, algo que no ocurría desde el G.P. de Japón del año pasado.
La mejoría de prestaciones de los coches calzados por Goodyear se puso de manifiesto ya el viernes por la mañana, cuando Schumacher sorprendió a los McLaren. No solamente el alemán estuvo en los puestos de punta, sino que también Villeneuve pudo demostrar ciertos progresos en su monoplaza, aunque menos evidentes que los de Ferrari. Ralf Schumacher y Damon Hill se permitieron el lujo, aunque fuera en unos entrenamientos libres, de superar a Mika Hakkinen, ganador de las dos primeras carreras de la temporada. Los pilotos de McLaren se limitaron en los primeros entrenamientos a rodar unas pocas vueltas para no asustar a nadie...
Schumacher utilizó el viernes por primera vez el nuevo alerón trasero que da una mayor carga aerodinámica, muy importante en este circuito, aunque él e Irvine tuvieron que esperar al sábado para volver a montar en sus coches el motor 047D estrenado en Brasil, que da unos 15 CV más y con el que se ganan 300 RPM. Ambos coches tenían las suspensiones modificadas para adaptarlas a los nuevos neumáticos.
En Williams las cosas no están saliendo bien y eso se puso de manifiesto el primer día de entrenamientos. El equipo británico hizo viajar a Patrick Head, que no tenia previsto acudir a la Argentina, para intentar ayudar en la puesta a punto de los coches y además tuvo que traer piezas de recambio ya que Frentzen embistió fuertemente al piloto local, Esteban Tuero, en la segunda sesión de entrenamientos libres, dañando seriamente al Williams FW20. Villeneuve también se salió de la pista el viernes por la mañana y no pudo rodar por la tarde ya que dañó severamente la caja de cambios.
Los dos pilotos del equipo británico se quejaron del comportamiento extraño de sus coches. Villeneuve tenia subviraje y Frentzen sobreviraje. En carrera ninguno de los dos estuvo a la altura de las circunstancias.
Otra de las novedades más visibles en los monoplazas eran los alerones laterales que presentaba el Jordan, siguiendo la moda creada por Tyrrell el año pasado. La búsqueda de apoyos aerodinámicos de los ingenieros no cesa, y solamente el McLaren creado por Newey es el que no presenta modificaciones de importancia, ya que el secreto radica en su diseño inicial y tiene algo que todavía no han descubierto sus rivales. Para algo Ron Dennis le paga casi tres millones y medio de dólares... Al contrario que Jordan, Ligier, que tenia ese tipo de alerones en Brasil, no los llevaba en Buenos Aires. Los entrenamientos del viernes, que tradicionalmente no aportan gran cosa, en esta ocasión sirvieron para prefigurar casi exactamente la grilla de partida del domingo. Solamente Villeneuve falló en los pronósticos.
David Coulthard fue finalmente el más rápido el viernes y repitió el sábado, en una emocionante sesión cronometrada. Durante toda la noche del viernes al sábado estuvo lloviendo, pero el sábado no llegó a llover en todo el día. La primera sesión de entrenamientos sabatina se retrasó 4 minutos ya que debido a la niebla, el segundo helicóptero médico llegó con retraso. Esta sesión, como la primera del viernes se disputó con la pista mojada, pero paulatinamente se fue secando y la puesta a punto definitiva, antes de la sesión cronometrada, se pudo realizar con el suelo seco. Por primera vez en la temporada hubo una verdadera lucha por la “pole position”. El primero en rebajar el tiempo que Schumacher había logrado por la mañana fue Hakkinen, y todo hacía presagiar un nuevo dominio de los McLaren, pero no fue así, ya que prácticamente a continuación el alemán descendió por debajo del 1m27s. Después de media hora de clasificación y aunque Coulthard y Hakkinen intentaron desbancar a Schumacher, el alemán seguía encabezando la parrilla, mejorando incluso su tiempo en un segundo intento. La hegemonía de McLaren dejó de existir por un buen rato, incluso Ralf Schumacher fue tercero durante cierto tiempo, mientras Hill era sexto a falta de 18 minutos para finalizar los entrenamientos.
El resurgir de McLaren se produjo restando un cuarto de hora para acabar los movimientos. Coulthard bajó el minuto 26 segundos, mientras Hakkinen lograba la tercera posición e Irvine la cuarta. Los dos McLaren frente a las dos Ferrari, vigilados de cerca por Ralf Schumacher y Frentzen, que superó a Villeneuve. Hill finalmente quedó "descolgado" al hacer un trompo en la última vuelta lanzada, cuando estaba mejorando su tiempo. Por último, cabe destacar que Michael Schumacher no necesitó el nuevo alerón trasero para lograr su mejor tiempo y la victoria en la carrera.
El planteamiento del GP por parte de Ferrari fue bastante arriesgado. Schumacher arriesgó al máximo en la partida, se mantuvo detrás de Coulthard hasta que, viendo que éste era más lento ya que llevaba más combustible, lo atacó en el momento preciso, sin importarle llegar al contacto físico, colisionando los dos coches, muy al estilo Schumacher... Coulthard perdió un tiempo precioso y el liderazgo de la carrera, que quedó en poder del alemán.
Desde ese momento se vio que Schumacher iba a por todas, ya que tenía que parar dos veces y los McLaren sólo una. En cuatro vueltas la Ferrari contaba ya con cinco segundos de ventaja sobre Hakkinen, que era seguido de cerca por Villeneuve y Alesi. Este último realizó una gran arrancada que lo llevó desde la 11' posición hasta la quinta en sólo cinco vueltas. Todo lo contrario le ocurrió a Ralf Schumacher, que desde la quinta posición se vio retrasado hasta la 13' en la salida.
Como hizo Hakkinen en Brasil, Schumacher distanció en este caso al piloto de McLaren a un ritmo de un segundo por vuelta, hasta estabilizar su diferencia en 12 segundos a partir de la duodécima ronda. El piloto germano marcó en varias ocasiones las vueltas más rápidas y el ritmo de la carrera. Las paradas en boxes, que en otras ocasiones deciden la competencia, esta vez no tuvieron tanta influencia. Alesi fue el primero en parar y al querer salir demasiado deprisa, se llevó enganchada una manguera y rompió el alerón lateral derecho del Sauber; afortunadamente no sucedió nada más. Detrás del francés, en la vuelta 27 se detuvieron Michael Schumacher, Damon Hill y Eddie Irvine.
En esos momentos Hakkinen pasó a comandar la carrera, con 10 segundos de ventaja sobre las dos Ferrari de Schumacher e Irvine. La única vez que se vio a Villeneuve en los puestos de punta, después de las primeras vueltas, fue en esa fase de la carrera, ya que el canadiense resultó de los últimos en parar en boxes, rodando al límite de su monoplaza mientras estuvo en pista.
En la vuelta 33, Coulthard entró a boxes dejando claro que los McLaren sólo iban a parar una vez, lo mismo que Villeneuve v Frentzen.
No solamente las manos de Schumacher hicieron el milagro, ya que Irvine, que no es un piloto de gran finura, también estuvo siempre en los puestos delanteros de la carrera.
Hakkinen aguantó todo lo que pudo en la pista, siendo el penúltimo en parar en boxes. El finlandés quiso aumentar su diferencia con Schumacher al máximo, pero nunca llegó a tener más de 14 segundos, insuficientes para mantenerse a la cabeza después del repostaje.
Schumacher tomó de nuevo el mando de la carrera en la vuelta 43, y como sabía que tenia que parar de nuevo, se lanzó a otro “sprint” para intentar distanciar al máximo a Hakkinen, que estaba a 10 segundos. El alemán adelantó a los doblados en vueltas, por todas partes, apurando al máximo cada metro de la pista, y ello le valió ir arañando segundo a segundo a Hakkinen, que se mostró demasiado confiado en que no tenía que parar en boxes. Mientras en la pista Schumacher se deshacía con facilidad de sus rivales, el Director Deportivo de Ferrari no pareció entenderlo así, y fue a reclamar al box de Jordan ya que consideró que Hill estaba obstaculizando a su piloto. El británico se pasó de frenada en la curva Senna y embistió por detrás al Sauber de Herbert, a quien pinchó la rueda trasera derecha obligándole a abandonar...
La vuelta 52 podía ser clave para el desarrollo de la carrera. Schumacher tuvo que realizar su segunda parada en boxes, pero sus mecánicos tardaron solamente 8 segundos en el reabastecimiento y lograron enviar a su piloto a la pista por delante de Hakkinen.
A partir de entonces el desafío de Schumacher y Ferrari estaba ganado. Mientras el alemán repostaba, Coulthard y Villeneuve luchaban por la sexta posición, colisionando en la curva Senna y quedando el piloto de Williams apeado de la carrera.
La lucha por el tercer puesto entre Würz e Irvine fue una de las muchas que hubo en esta carrera. El austriaco logró superar al irlandés faltando siete vueltas para el final, pero hizo un trompo un poco más tarde, dejando a la Ferrari la tercera posición, justo cuando estaba cayendo una fina lluvia sobre el circuito. En la vuelta 66 la afición argentina se quedó sin su ídolo, Esteban Tuero, que se salió de la pista al final de recta. El joven de 19 años realizó una buena carrera a pesar de que en la vuelta 36 entró a boxes precipitadamente al pinchar una goma y sus mecánicos no estaban preparados, perdiendo cuarenta segundos en el box.
El alemán puntero “quiso” dar un poco más de emoción a la carrera y se salió ligeramente de la pista restando cinco vueltas, aunque pudo dominar sin problema su monoplaza, volviendo a la lucha sin mayores contratiempos. Los 12 segundos de ventaja que llevaba a Hakkinen fueron suficientes para que siguiera primero. Fisichella, al igual que su compañero Würz, también cometió un error en las últimas vueltas y ello le hizo perder la sexta posición en favor de Coulthard, mientras Hakkinen no quiso arriesgar en las rondas finales y se limitó a dejar marcharse a Schumacher, que siguió arriesgando como siempre.
La victoria de Michael Schumacher y Ferrari relanza el Campeonato, que parecía iba a ser un paseo de los McLaren. Este circuito porteño es muy especial y quizá a ello se deba que la Ferrari haya sido tan competitiva, pero lo cierto es que el equipo italiano ha sabido enderezar el rumbo de su nave, algo que no está haciendo Williams, que se ve abocada al fracaso una carrera tras otra. Los pilotos de Benetton, Würz (24 años) y Fisichella (25 años) son jóvenes y cometen errores en los momentos más delicados, y ello les ha privado de una mejor clasificación en esta carrera. Alesi realizó una gran demostración, llena de pundonor y no exenta de problemas, acosando durante una fase de la carrera a Villeneuve y aguantando a Coulthard sin inconvenientes. Este último logró finalmente la sexta posición, después de colisionar en tres ocasiones. una con Schumacher, otra con Tuero, al restarle una vuelta, y finalmente con Villeneuve. La próxima prueba se disputa el día 26 de este mes en el circuito italiano de Imola, donde la potencia del motor Mercedes puede compensar la habilidad y el riesgo que asume Schumacher en sus carreras, pero el equipo italiano tiene ya mejoras preparadas para “su” Gran Premio.

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