Graham Hill consiguió la 'Triple Corona' del automovilismo: 500 Millas de Indianápolis, Mundial de Fórmula 1 y 24 Horas de Le Mans.
Hill es un piloto peculiar como pocos. Quizás sea el piloto de la historia que más tiempo tardó en ponerse al volante de un coche, ya que lo hizo a los 24 años. Antes, a los 16, había conseguido un puesto como aprendiz de mecánico en Smith Instruments, y tras su paso por el ejército, se inició en el automovilismo a través de un curso para pilotos. Tras la primera clase, Hill se dio cuenta de que había descubierto la pasión de su vida.
Su trayectoria en la Fórmula 1 comenzó en Lotus, pero lo hizo como mecánico de la mano de Colin Chapman, al que tiempo después tuvo que convencer para que le diera la oportunidad de ser piloto oficial del equipo. Su debut se produjo en el Gran Premio de Mónaco de 1958. Tras dos temporadas con escaso éxito, se produjo su fichaje por BRM en 1960. En principio los resultados tampoco acompañaron en esta nueva etapa. En sus dos primeras temporadas sólo logró terminar cinco carreras. Pero en 1962 todo cambió. Los nuevos motores BRM V8 comenzaron desde el principio a ofrecer un gran rendimiento y en la primera carrera del año, el GP de Holanda, consiguió la primera victoria de su carrera. A la postre esa sería la temporada de su primer campeonato después de ganar cuatro carreras y hacer dos segundos. En los años siguientes, Hill estuvo siempre luchando en los puestos de arriba, aunque los continuos problemas mecánicos impedían que alcanzara de nuevo el título (fue segundo durante tres temporadas consecutivas, y logró seis victorias). Al margen de la Fórmula 1 cosechó buenos resultados en pruebas de resistencia, ganando las 500 Millas de Indianápolis en 1966.
En 1967 se produjo su vuelta a Lotus, donde formaba pareja con el doble campeón del mundo Jim Clark, aunque su primera temporada no fue fructífera. Tras la muerte del escocés en Hockenheim, en una carrera de Fórmula 2, Hill se impuso en las dos siguientes carreras y terminó haciéndose con el campeonato de 1968. A partir de este momento se inició la cuesta abajo de su carrera. El año siguiente fue testigo de su última victoria, que supuso además un récord, el de ganar cinco veces el Gp de Mónaco, que no fue superado hasta 1993 cuando Senna se impuso por sexta vez. Aunque ya nunca fua lo mismo, su carrera duró aún hasta 1975. Hill superó incluso una dura lesión a los 40 años de edad, cuando en 1969 se rompió las dos piernas en el GP de EE.UU. en Watkins Glen. 'El último caballero de la Fórmula 1' no sólo se recuperó, sino que en 1973 creó su propio equipo, bajo el patrocinio de Embassy, con el que compitió hasta el día de su retirada. En 1972 volvió a triunfar en una prueba de resistencia al conseguir el triunfo en las 24 Horas de Le Mans. El 29 de Noviembre de 1975, mientras volvían de una sesión de entrenamientos, Hill estrelló su avioneta al intentar aterrizar en el aeropuerto de Elstree en Londres. En el accidente murió también una de las figuras en ciernes del momento, el también británico Tony Brice.
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