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viernes, 22 de mayo de 2009

Gran Prix de Francia 1914

Esta es la carrera más vieja del mundo. Los dirigentes del Automóvil Club de Francia afirman que la prueba es la descendiente directa de la París-Bordeaux-París de 1895 que fue ganada por un Panhard, a la velocidad de 24 Km/h.

Fueron organizadas 8 carreras de este tipo y justamente la última fue la calamitosa París-Madrid en 1903, que debió ser suspendida en Burdeos a causa de la masacre que tuvo lugar en los primeros tramos. A raíz de este desastre no se organizaron competencias hasta 1906, año en que se completó un circuito en Le Mans. La nueva carrera fue bautizada con el nombre "Le Grand Prix", y fue la primera prueba disputada con ese nombre, cuyo uso se generalizó recién en 1921. De esta manera, durante todo el periodo previo a la Primera Guerra Mundial, existía un solo Gran Premio, que era la carrera más importante del calendario y se corrió en varios lugares: Amiens, Dieppe y Lyon...En 1908 los organizadores decidieron entrar en un periodo de receso atemorizados por la ofensiva Germana. Tres autos alemanes habían acaparados los primeros lugares y el orgullo francés no podía tolerar tal ofensa. Nadie estaba dispuesto a organizar una carrera para que se destacaran los autos alemanes.Durante cuatro años el Gran Premio desapareció, pero en 1912 volvió a la vida y en el se hizo presente un equipo de cuatro Peugeot, cuya primera figura era Georges Boillot. Los Peugeot eran más pequeños y estilizados que sus rivales, su cilindrada era de siete litros y medio, mientras que los demás rondaban los dieciséis litros. Durante la carrera los Peugeot parecían tigres moviéndose entre elefantes. Dondequiera que corrieran los Peugeot ganaban y esto llevó a organizar nuevamente un Gran Premio en 1912. El mismo se desarrolló en Dieppe y se debió rodear el circuito por una empalizada para contener al público que durante las quince horas que duró la prueba se apretujó junto a la pista para alentar a los Peugeot.


En esta prueba el circuito fue tratado con alquitrán para evitar que se levantara mucha tierra. Esta idea fue beneficiosa para el público, pero fue una cruz para los pilotos. El ardiente sol del verano derritió el alquitrán y las ruedas de los autos comenzaron a lanzarlo contra las caras de los pilotos de las máquinas que venían detrás. Una vez que la capa de alquitrán se fundió las ruedas de los autos comenzaron a destrozar la superficie del camino y a la lluvia de alquitrán siguió una de piedras y cascotes de tierra. Al promediar la prueba los corredores tenían las caras ensangrentadas, los neumáticos hechos jirones y varios autos con radiadores rotos.A pesar de estas dificultades Georges Boillot ganó la carrera. Al año siguiente se repitió su triunfo y el Gran Premio se convirtió en un asunto de estado.En 1914 los alemanes volvieron para intervenir en el GP. Los franceses comenzaron a sentirse preocupados. La carrera sería la prueba de fuego para el equipo Peugeot y su héroe nacional G. Boillot. La prueba se disputaría en Lyon el 4 de julio de 1914, (observen por la fecha que la primera guerra mundial era inminente). Los preparativos del equipo alemán se mantuvieron en total secreto, los curiosos solo de lejos podían observar como las plateadas Mercedes eran alistadas por un grupo de mecánicos que se movían con precisión militar. La tensión aumentaba a medida que se acercaba la hora de la carrera, los franceses ya pensaban que de nada servirían sus logros anteriores sino podían batir en su propio terreno a las Mercedes. El circuito tenía 37 Km. y debía ser recorrido en veinte oportunidades. Finalmente y ante la ansiedad de los franceses se largó el GP. Durante las primeras vueltas el Mercedes de Max Sailer tomó la delantera y con un ritmo frenético comenzó a alejarse, todos pensaban que semejante esfuerzo haría explotar el motor, amén que las demás Mercedes mantenían un ritmo cauteloso.Boillot y el equipo Peugeot también sabían que Sailer conducía demasiado rápido, pero no podía dejarlo alejar mucho ¿y si el motor no se rompía?, en al cuarta vuelta ocurrió lo que todos deseaban, el motor del Mercedes puntero explotó, Boillot quedó en la delantera y la muchedumbre comenzó a vociferar de entusiasmo, la tensión se aflojó. Esto no duró mucho ya que los restantes Mercedes se largaron a la caza del Peugeot. A pesar de los múltiples ataques, el Peugeot se mantenía en la punta y las vueltas transcurrían ante la permanente presión germana. Al comenzar la última vuelta el Peugeot comenzó a levantar temperatura dando muestra de un agotamiento mecánico, en esa época no había altoparlantes que anunciaran lo que ocurría en el circuito, por consiguiente, el público no tuvo más remedio que permanecer en silencio a la espera de la llegada del primero. Las esperanzas de todos los presentes estaban en manos de Boillot y su Peugeot, pero las tres máquinas plateadas que quedaban en carrera le pisaban los talones. Finalmente se divisó una nube de polvo en el camino. El ganador se acercaba, la muchedumbre se aprestaba a lanzar el grito de ¡Viva la France!, cuando entre la nube de polvo se pudieron distinguir las formas del Mercedes de Lautenschlager, los otros Mercedes le siguieron ¿y Boillot?, su máquina había sucumbido y se encontraba detenido a pocos kilómetros de la llegada.El silencio que siguió al triunfo de Lautenschlager era evidentemente hostil. Recién cuando arribó el primer coche francés el público reaccionó con cánticos. Los franceses nunca aceptaron la derrota con ecuanimidad. Treinta días más tarde comenzaba la primera guerra mundial.

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