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miércoles, 2 de diciembre de 2009

El efecto barchetta




El diseño del tipo "barchetta" fue uno de los más exitosos de la casa de Maranello, logrando gran cantidad de victorias en Sport Prototipos.









Gran parte de la gloria y de los triunfos del palmarés de la Scuderia Ferrari se deben a sus prototipos. Las carrocerías "barchetta" siempre fueron preferidas a las de Gran Turismo (a pesar de compartir chasis y mecánica en muchas ocasiones) durante los años '50 y parte de los '60.

Luego los reglamentos fueron cambiando y, en algunas etapas, los sport-prototipos tuvieron que ser cubiertos, pero siempre que ha habido una categoría sin techo, allí ha estado Ferrari.
Como prueba de ello hemos reunido a una de las primeras "barchettas" (se refiere al 166/212 de principios de los '50 ) y a la última que ha salido de Maranello (333SP ).


A pesar de haber obtenido varias victorias en la Mille Miglia no fue hasta el triunfo en las 24 Horas de Le Mans en 1949 cuando Ferrari consiguió un reconociemiento internacional. El 166MM se convirtió en el vehículo más codiciado por los mejores pilotos privados y, costumbre de la época,pronto aparecieron distintas versiones con carrocería - debida a Touring - similares. Una de ellas es el 212 Export de 1950, creado para la competición según los cánones de las carreras inmeidtamente anteriores, porque Ferrari hacía los coches a medida según las necesidades.



Este 212 portaba también un motor V12 diseñado por el inge ingeniero Colombo. La cilindrada - como su nombre indica (212x12)- era de 2.562cm3, alimentado por tres carburadores Weber de doble cuerpo, proporcionando 150CV de potencia. Su aerodinámica carrocería "Superleggera" le permitía alcanzar 200Km/h, que parecen muchos más dentro de su habitáculo descubierto y rodando sobre cuatro ruedas de "bicicleta" (Borrani, eso sí). La caja de cambios era de cinco marchas sin sincros, los frenos de tambor... y su conducción de lo más delicada.

Una cuarentena de años más tarde, veinte después de que Ferrari abandonase toda actividad en sport-prototipos, nacía el 333SP, diseñado para ganar en el campeonato IMSA norteamericano. De nuevo era una "barchetta" descubierta, bajo la reglamentación "World Sport Cars", tomando toda su tecnología de la F1. El chasis monocasco, debido al ingeniero Mario Rioli, se realizó en fibra de carbono combinada con paneles "nido de abeja" de aluminio. El motor - de nuevo un V12 a 65º- cubicaba 4 litros y, gracias a sus culatas de 5 válvulas por cilindro y a su gestión electrónica Marelli, alcanzaba 650CV, pese a su limitador reglamentario de giro.
El propulsor se situó en posición central-trasera y, el ingeniero Dallara estudió para él una caja de cambios secuencial transversal de 5 marchas y unas suspensiones por empujadores. Con sólo 860 kg, discos de freno de 350mm y enormes ruedas "slick", el 333SP contaba con todo lo mejor. El conjunto fue vestido por una carrocería de carbono y kevlar muy simple y elegante debida al aerodinamicista Camachella, mientras Tony Sothgate se ocupó largamente de su desarrollo y evolución.

El 333SP debutó a mediados de 1994, logrando varias victorias. El español Fermín Vélez ganó con él el título de pilotos y constructores IMSA de 1995, cosechando triunfos tan sonados como las 12 horas de Sebring.
1996 sería el año despedida de un diseño que cosechó exitos a lo largo de 4 decadas.

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