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lunes, 14 de septiembre de 2009

Gran Premio de Argentina 1995


Después de una larga ausencia de 14 años, la F1 retornaba a Argentina. Revivimos ese momento con la cronica de el Gran Premio de Argentina 1995, extraida de la revista Corsa nº 1497.

Pasaron con pena esos catorce años ... Mucho tiempo de espera para aquellos aficionados que se empaparon durante los días previos y que el domingo esperaban ver una carrera interesante y diputada, con emoción en la pista o latente en cosas que podían pasar. Se llevaron la recompensa. Los casi 60.000 que presenciaron el espectáculo en el Autodromo guardan en sus retinas y en su memoria la experiencia de haber vivido una fiesta.

Esta vez no hubo un piloto argentino en carrera y además había en pista un solo campeón mundial. Tampoco estaban Senna, ni Prost.
Pero eso, al final, no lo era todo ... Volvió el espectáculo que año a año estaba con nosotros, y lo importante es que nadie se fue defraudado.
Entre los dos Williams estaba claro que no había lugar para amistades, pero teniendo detrás a Eddie Irvine la cosa se ponía seria. O por lo menos, de temer. El progreso demostrado por los Jordan Peugeot fue notable desde los días previos, y sobre todo el irlandés mostró los dientes desde su llegada a Buenos Aires. Pero a pesar de la fama de Irvine, no tuvo nada que ver... por lo menos en el primer incidente. Las dos Ferrari llegaron parejas a la primera curva, y Alesi, por no tocarse con Berger, frenó demasiado. Mika Salo, que venia detrás, no pudo evitar el golpe sobre la parte trasera del auto del francés.
Lo siguiente fue un desbande general en la primera curva (como en el '79...) llevando la peor parte Luca Badoer que destrozó la trompa de su Minardi contra la Ferrari numero 27. Olivier Panis, que se quiso escapar del asunto, terminó en la cama de leca.
Como si fuera poco, en la siguiente curva, la de la Confitería, se tocaron Barrichello y Herbert. Conclusión; carrera detenida, bandera roja y a esperar 20 minutos.
Hasta en eso, la vuelta de la F1 fue completita.
En la segunda largada, el ímpetu de Irvine y sus ganas de ganar la carrera -según había declarado el sábado- lo llevaron a querer adelantarse a Mika Hakkinen por encima de su rueda posterior izquierda. Como eso no es posible, el resultado fue la trompa destrozada del Jordan y el McLaren (que se le cerró, es cierto) sin neumático trasero y, por supuesto, con el fin de la carrera para ambos.
Pero por delante las cosas ya marchaban normales ... o no tanto. Y esto tiene que ver con Schumacher, que no parecía tener la "chispa" de otras carreras. Pero el que se tenia ganas de demostrar todo lo que sabe y vale, era Coulthard, que se fue en punta estableciendo una brecha entre él y Schumacher, que contenía a Hill trazando por todo el ancho de la pista. Después del trío de punta, un ascendente Salo dejaba claro que es una de las promesas mas firmes de esta F1, encabezando el segundo pelotón.
Pero fue en la quinta vuelta cuando se produjo el primer golpe de escena del Gran Premio de la Argentina: David Coulthard erra un cambio a la salida de la horquilla, lo que hace que Schumacher y Hill, que venían a menos de cinco segundos, dejasen atrás al escocés, que entonces retomó la marcha normalmente, como "largando" de nuevo.
Mientras se producían los primeros reabastecimientos de autos que ocupaban posiciones retrasadas, y jugándose a una táctica distinta, en la novena vuelta Hill logró por fin deshacerse de Schumacher, al que superó en una impecable maniobra al final de la recta principal. A partir de ello y quizá pensando en el tiempo que perdería en sus detenciones en boxes frente al Benetton de Schumacher y en sus mecánicos más rápidos, se fue alejando paulatinamente del alemán, quien ahora se resistía de Coulthard, que observaba cómo su compañero de equipo se perdía de vista.
Y mientras Jean Alesi y su Ferrari estaban poniendo de pie a las tribunas del Autódromo al conquistar el tercer lugar, superando a Salo, el comienzo de la vuelta 15 le dio al GP dos circunstancias que empezaron a dibujar la carrera: al final de la recta se retiraba Coulthard con problemas de motor, mientras que Hill paraba por primera vez a reabastecerse, demorando nada menos que trece segundos. El líder desde ese momento pasó a ser Schumacher, que paró en la vuelta 16 empleando sólo 7.5 segundos.
Probablemente haya sido ese el momento de más emoción en las tribunas, cuando heredó la punta Alesi, que a esa altura no dejaba dudas de su táctica de parar solo dos veces, mientras que Berger, que se había debatido desde el comienzo por la mitad del pelotón, parecía no encontrarle la vuelta a la cosa.
Completado el primer tercio de carrera, Alesi seguía sin detenerse. Pero Hill estaba muy cerca del francés, y un descafeinado Schumacher ocupaba el tercer lugar a más de 18 segundos... y sin excusas. Sobre los demás, se destacaba Salo recuperando el sexto lugar después de un problema en el “pit-stop”, y Frentzen que sólidamente llevaba al Sauber a una reconfortante cuarta posición.
Con 26 vueltas y como líder de una carrera que parecía sonreírle, Alesi se detiene por primera vez en boxes, retornando detrás de Hill pero delante de Schumacher, al que contuvo de forma soberbia, con un pilotaje único por su espectáculo. Cómodamente instalado en la punta, Hill intentaba -marcando sucesivos récords de vuelta- hacer la diferencia que le permitiera la tranquilidad final. Volvió a detenerse en la 34' vuelta, pero esa vez no perdió el liderazgo, quedando Alesi ya a 10 segundos que parecían definitivos. Y el francés, cómodo segundo a 30 por delante de Schumacher.
Superada ya la primera mitad del trámite, el duelo a media distancia entre Hill y Alesi hizo especular a más de uno. La brecha de 10 segundos se había reducido a menos de cuatro... Pero la computadora de abordo de Alesi ya aconsejaba su retorno a boxes, que se produce casi en la misma vuelta que la tercera detención de Hill.
Al salir, pocas novedades en el frente. El Williams y la Ferrari separados luego por unos 10 segundos que en algún momento fueron menos, pero el británico era informado atentamente desde boxes, como para tener algún susto... Victoria de Hill, un brillante ganador en este retorno de la F.1 a la Argentina. Confirmación de Alesi y del buen futuro de esta 412T2, apoyado por un Berger que logró finalmente el sexto lugar y mantener la punta del Campeonato. Y si tenemos que hablar de un perdedor, éste fue Schumacher, que desde la época de Prost y Senna no se veía relegado a un tercer lugar cuando las cosas estaban normales...
Volvió finalmente la F.1 a la Argentina. Y, casualmente, ganó otra vez, como en abril del '81, el número 5. Soportando la lluvia de los días previos, volvió. Temiendo el aguacero que no asistió el domingo, volvió. Con grandes y quienes aspiran a serlo, volvió. Pero por sobre todas las cosas, se volvió al pasado en la memoria de muchos y ni siquiera catorce años pudieron apagar las ganas de ver a los mejores del mundo. Entonces, sin dudas, se volvió al futuro.

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