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miércoles, 3 de junio de 2009

Carlos Alberto Reutemann


En su carrera en la máxima categoría obtuvo 12 victorias puntables, 2 no puntables, y 6 pole positions, en 144 carreras, a pesar de haber sido segundo piloto de equipo varias veces. Todo un éxito si se lo mira con los ojos de hoy.

Es posible que Reutemann no haya satisfecho las expectativas de algunos que vivieron los triunfos de Juan Manuel Fangio, la insuperable referencia respecto de la cual se midió siempre su carrera. No obstante, muchos argentinos madrugaban para ver su talento al volante, y su corrección como deportista. En 1978, ganó el gran premio de Gran Bretaña luego de superar en extraordinaria maniobra a Niki Lauda. En 1981, habiendo superado al primer piloto de la escudería Williams, Alan Jones, finalizó segundo en el campeonato de pilotos con una diferencia de sólo un punto con respecto al campeón, Nelson Piquet.En esa temporada, es muy probable que haya sido víctima de un oscuro boicot por parte de la escudería en la que corría, como represalia por no obedecer instrucciones de dejar ganar al primer piloto en el Gran Premio de Brasil (El mítico cartel "Jones-Reutemann"), que ganó Reutemann brillantemente en 1981, en inolvidable carrera bajo la lluvia en el circuito de Jacarépagua, en Barra de Tijuca, Río de Janeiro.

Tuvo su debut en automovilismo el 30 de mayo de 1965, en una carrera de Turismo Mejorado en la ciudad de La Cumbre (Córdoba) a bordo de un Fiat 1500, en la cual abandonó. Sin embargo, su primer triunfo no tardó en llegar, el 11 de julio de ese mismo año, a bordo del mismo auto, en la prueba de Turismo Mejorado desarrollada en Villa Carlos Paz (Córdoba).Luego de coronarse campeón de Turismo Nacional durante varias temporadas, pasó a competir en Sport Prototipos, Mecánica Argentina Fórmula 1, participando en la serie internacional reservada para coches de Fórmula 2 desarrollada en Noviembre-Diciembre de 1968 en la ArgentinaA partir de 1970 viaja a Europa formando parte del equipo del Automóvil Club Argentino, coordinado por Héctor Staffa, para participar en el campeonato Europeo de Fórmula 2, obteniendo el subcampeonato detrás de Ronnie Peterson en el año 1971. Esto le vale una invitación a participar en la carrera de Brands Hatch a fines de ese año (Donde se accidentara fatalmente el suizo Joseph Siffert) sin puntos para el campeonato, y la contratación para el año 1972 como segundo piloto del Brabham team junto a Graham Hill.

Su debut no pudo ser mejor, ya que en el GP de Argentina 1972 obtiene la pole position delante del mismísimo campeón Jackie Stewart, finalizando séptimo en dicha competencia. Su primer triunfo en F-1 tendría lugar al poco tiempo en Brasil (competencia sin puntos) a lo que sobrevendría un serio accidente probando en el circuito de Thruxton, que lo mantuvo alejado de las pistas durante varios meses.

Brabham vuelve a confiar en sus servicios al año siguiente (hasta 1976 inclusive), llegando su primer triunfo en 1974 en Kyalami (Sudáfrica), al cual seguirían los de Austria y Estados Unidos con el modelo BT44. En 1975 obtiene una resonante victoria en el difícil trazado de Nürburgring (Alemania), y en 1976 la baja confiabilidad del motor Alfa Romeo no le permite obtener buenas performances. Decepcionado, Reutemann se aleja de Brabham luego del Gran Premio de Alemania de 1976, en el cual se accidentara gravemente el piloto austríaco y campeón vigente Niki Lauda. Enterados de su alejamiento de Brabham y con dudas sobre el total restablecimiento del piloto austriaco, Ferrari decide contratar a Reutemann para completar la temporada. Sin embargo Lauda se recupera de manera asombrosa y se reintegra al equipo para el Gran Premio de Italia en el circuito de Monza. Reutemann debe contentarse con pilotear un auto no oficial y luego esperar al comienzo de la temporada siguiente. En 1977 Ferrari confirma a Lauda y a Reutemann como sus pilotos oficiales, lo que provoca el alejamiento del piloto suizo Clay Regazzoni. Ese año Reutemann obtiene un triunfo destacado en Interlagos (Brasil) y finaliza cuarto en el campeonato, que se adjudica nuevamente su compañero de equipo. En 1978 Lauda se aleja de Ferrari y Reutemann es confirmado como primer piloto del equipo, con el canadiense Gilles Villeneuve como compañero. Ese año Reutemann obtiene una victoria en Brasil con el viejo modelo T2 y tres más (Long Beach, Brands Hatch y Watkins Glen) con el nuevo modelo T3. Pese a esas victorias poco puede hacer para desafiar a los técnicamente superiores Lotus de Mario Andretti, campeón de ese año, y de Ronnie Peterson.

Luego de un año de desavenencias con la cúpula técnica de Ferrari, Reutemann decide aceptar una oferta para unirse a Lotus, los ganadores absolutos del año anterior, y reemplazar al sueco Peterson, quien había fallecido en un espectacular accidente en Monza el año anterior. Se suponía que Lotus extendería su dominio técnico gracias al Lotus 80, un auto de revolucionario diseño destinado a reemplazar al ya exitoso Lotus 79. Sin embargo, el nuevo vehículo mostró serias fallas desde el inicio que demoraron su debut hasta después de la mitad del campeonato y, aún así, su desempeño fue apenas discreto. Reutemann sumó puntos en 6 de las primeras 7 carreras pero en las ocho restantes no obtuvo un solo punto. Profundamente decepcionado con Lotus, Reutemann acepta una oferta para integrarse al promisorio equipo Williams, cuyo ascenso en la categoría se basaba en el generoso aporte financiero de petroleros árabes. La función de Reutemann era la apuntalar la candidatura al título de su compañero de equipo, el australiano Alan Jones. Sin embargo logró una magnífica victoria en el Gran Premio de Mónaco, brindando una extraordinaria lección de manejo bajo la lluvia. Habiendo Jones ganado el campeonato de 1980, Reutemann supuso que contaría con iguales posibilidades de pelear por el título en 1981 dentro del equipo. Su suposición, empero, resultaría errónea. En la primer carrera, celebrada en Long Beach, cedió el primer puesto a Jones luego de realizar una maniobra fallida. Sin embargo desde boxes ya le estaban indicando que debía dejar pasar a su compañero de equipo para que éste se hiciera con la victoria. La segunda competencia se llevó a cabo en Brasil, bajo una lluvia torrencial. Reutemann tomó la delantera seguido a varios segundos de distancia por Jones. Desde boxes le indicaron nuevamente que debía ceder la punta al australiano, pero esta vez Reutemann desobedeció la orden del equipo y lideró la competencia hasta el final. La ausencia de Jones y de la totalidad de los mecánicos de Williams en los festejos de la carrera marcó el quiebre de la relación.

Si bien Reutemann volvió a ganar en el Gran Premio de Bélgica, sus posibilidades se vieron comprometidas por la falta de apoyo del equipo. A esto se sumaba el espectacular ascenso del piloto brasileño Nelson Piquet a bordo de un Brabham cuyo sistema de suspensión activa estaba sospechado de ser ilegal. Reutemann también se vio perjudicado por la decisión de la F.I.A. de anular los resultados del Gran Premio de Sudáfrica, que Reutemann se había adjudicado en forma holgada, a los efectos de superar un conflicto surgido entre la federación y algunas escuderías de Fórmula 1 como Ferrari, que se negaron a participar de dicha prueba. Sus problemas continuaron con la polémica decisión de Williams de reemplazar a Michelin como proveedor de neumáticos de la escudería por Goodyear. Era sabido que el santafecino, a diferencia de Jones, se sentía más cómodo con los neumáticos franceses, más blandos y rendidores que los neumáticos estadounidenses. En definitiva Reutemann, quien había obtenido 37 puntos en las primeras 7 competencias del campeonato frente a 24 de Jones y 22 de Piquet, sólo obtuvo 12 unidades en las 7 competencias siguientes, frente a 26 de Piquet y 13 de Jones. El campeonato tuvo su definición en el Gran Premio de Estados Unidos, disputado en un intrincado y absurdo circuito construido en la playa de estacionamiento del hotel Caesar's Palace de Las Vegas.

Reutemann había arribado con un punto de ventaja sobre el brasileño Piquet y había marcado la pole position para la carrera. Pero los dos vehículos Williams habían sufrido problemas mecánicos que obligaban al cambio de motor en las dos unidades. Reutemann solicitó el motor más nuevo y potente pero Frank Williams, el jefe del equipo, se lo negó aduciendo que ese motor era para Alan Jones, quien ya no contaba con chances para pelear el campeonato. Luego de la largada, Reutemann tomó la delantera pero de inmediato comenzó a sufrir problemas mecánicos, siendo relegado a la quinta posición. Piquet marchaba detrás de él. El brasileño tenía fiebre y apenas podía concentrarse en el manejo de su vehículo pero, aún así, logró superar al argentino, adjudicándose el campeonato por un sólo punto. Años más tarde se le preguntó a Reutemann si nunca consideró la posibilidad de colisionar con Piquet cuando éste hizo la maniobra para superarlo, tal como hicieron y harían otros pilotos, sabiendo que esa manera se hubiera consagrado campeón. La hidalguía y caballerosidad deportiva de Reutemann quedó de manifiesto cuando respondió: "No hubiera soportado ganar un campeonato de esa manera". Reutemann y Williams lograron recomponer su relación para 1982 con el objeto de disputar un nuevo campeonato. Jones se había retirado y Reutemann fue confirmado como piloto principal, acompañado por el piloto finlandés Keijo Rosberg. Sin embargo, cerca ya de los 40 años, Reutemann advirtió que ya había perdido definitivamente su posibilidad de consagrarse campeón. Sus motivación decreció aceleradamente a medida que comprendía que su Williams, equipado con un motor Cosworth nada podía hacer para desafiar a los potentes motores turbo de Ferrari y Renault. Luego de un segundo puesto en el Gran Premio de Sudáfrica y de un abandono al colisionar con el francés René Arnoux en el Gran Premio de Brasil, anunció su retiro.

Irónicamente, de haber continuado hasta el final de ese campeonato, Reutemann bien pudo haberse adjudicado el título pese a la inferioridad mecánica de los Williams. Los Renault experimentaron problemas de motor que afectaron decisivamente su perfomance en la segunda mitad del torneo y Ferrari quedó atrapada en una profunda crisis motivada por la trágica muerte de Gilles Villeneuve y otro grave accidente que interrumpió definitivamente la carrera de su otro piloto, el francés Didier Pironi. El irregular campeonato de 1982 quedó finalmente en manos de Keijo Rosberg, quien insólitamente se coronó campeón tras ganar una sola competencia. Consultado sobre si se arrepentía de aquella decisión, Reutemann respondió: "Cuando pienso en eso recuerdo que, cuando era niño, debía ir a la escuela a caballo.....y de allí llegué a ser piloto de Fórmula 1. Ese placer no me lo quitará nadie".

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