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jueves, 19 de marzo de 2009

Fin de semana negro: San Marino 94


ha pasado a la historia del automovilismo por el accidente mortal del brasileño Ayrton Senna, pero además ha sido la carrera más sangrienta en la historia de la Fórmula Uno, ya que falleció también el austríaco Roland Ratzemberger y hubo nueve heridos. Hasta entonces, tan solo en Gran Premio de Bélgica disputado en el circuito de Spa-Francorchamps en 1960, había registrado la muerte de dos pilotos. El Gran Premio de San Marino de 1994 comenzó mal con el accidente sufrido en los entrenamientos del viernes por la mañana por el brasileño Rubens Barrichello. Barrichello daba su segunda vuelta al circuito Enzo y Dino Ferrari, de Imola, y por causas desconocidas no pudo negociar la curva de la "variante baja", que precede a la entrada a boxes, aunque frenó ante lo inevitable del golpe y trató de provocar un trompo para evitar el choque frontal contra la barrera de protección. El coche salió volando al tocar el bordillo que delimita la pista para terminar estrellándose lateralmente contra las protecciones a más de metro y medio de altura. El vehículo cayó de morro y dio dos vueltas de campana antes de detenerse volcado. El director de carrera interrumpió inmediatamente los entrenamientos y Barrichello fue sacado de entre los restos del coche por los servicios médicos, que le aplicaron oxígeno y calmantes. Trasladado a la clínica del circuito en ambulancia, distante un centenar de metros del lugar de accidente, se pudo comprobar que el piloto brasileño no sufría heridas de consideración y posteriormente fue transportado en helicóptero al hospital Maggiore de Bolonia, donde la diagnosticaron fractura nasal y diversas contusiones. Al día siguiente, sábado, la pérdida del alerón delantero derecho del Simtek S941 Ford que pilotaba el Roland Ratzemberger poco antes de llegar a la curva "Gilles Villeneuve", cuando marchaba a 314,9 km/h según la célula de cronometraje instalada en ese punto, produjo el descontrol del coche y el golpe casi frontal contra la barrera de protección.
Ratzemberger fue sacado de entre los restos del coche y los médicos le aplicaron masajes cardiacos mientras permanecía inmóvil sobre la pista, antes de ser trasladado a la clínica del circuito, en donde su estado ha aconsejado su evacuación en helicóptero al hospital Maggiore de Bolonia, donde los médicos certificaron su fallecimiento a las 14:15 horas. Pero lo peor estaba por llegar y se iba a producir desde el mismo momento de la salida con un accidente en el que se vieron involucrados el finlandés Jyrki Jarvilehto (Benetton B194 Ford) y el portugués Pedro Lamy (Lotus 107C Ford), lo que ha obligó a salir a la pista al coche de seguridad para neutralizar la carrera. El Benetton de Jarvilehto se quedó clavado en su puesto de la formación de salida y fue embestido por detrás por Pedro Lamy, lo que originó la caída de una rueda y trozos de los coches entre el público de las tribunas, provocando diversos heridos, de los que cuatro fueron hospitalizados. La carrera se reanudó en la sexta vuelta y cuando Ayrton Senna inició la séptima, después de cruzar la línea de meta con 682 milésimas de ventaja sobre Michael Schumacher, su Williams-Renault no trazó la curva de Tamburello, el piloto, según la telemetría trató de frenar desesperadamente, pero el impacto contra el muro de protección fue inevitable. Senna fue sacado del coche y tendido al lado de la pista para recibir los primeros auxilios. El enorme charco de sangre dejado junto al coche hizo temer ya lo peor. Trasladado desde la pista en helicóptero al hospital Maggiore, en el transcurso del cual sufrió dos paradas cardíacas, los médicos certificaban su muerte a las 18:40 horas. Los pilotos no fueron informados del estado crítico de Senna y la carrera se reanudó una vez limpiada la pista, pero todavía no habían terminado las desdichas en este Gran Premio ya que después de realizar su última parada para repostar, se desprendía el neumático trasero derecho del Minardi-Ford del italiano Michele Alboreto y en su loca carrera golpeó a tres mecánicos de Ferrari y uno de Lotus, que tuvieron que ser hospitalizados de diversa gravedad

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